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INCENDIOS

El verano de 2023 ha sido el mejor contra los incendios y la superficie calcinada ha sido la menor de los últimos 20 años

De enero a septiembre se han registrado 333 incendios, de los cuales el 78% han sido conatos

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El incendio más grande, en San Agustín, calcinó 840 hectáreas.

El verano de 2023 ha sido el mejor en cuanto a incendios y superficie calcinada de las últimas dos décadas. Ni el calor ni la escasez de precipitaciones hacían presagiar este hito, pero las primeras lluvias de junio influyeron en que solo se quemara un 1% de las hectáreas que de media arden en esta época en la Comunidad. Hasta septiembre de este año se han registrado 333 incendios y casi el 80% han sido conatos.

En el tercer verano más cálido desde el año 1961, la lógica y las previsiones de la Aemet no auguraban un buen verano para los montes aragoneses. Al comienzo de la primavera, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) calificaba el año de cálido y seco y la situación continuó desfavorable hasta mediados de mayo. "Empezamos la campaña en unas condiciones adversas porque en primavera tuvimos un periodo muy seco y los augurios eran malos", ha explicado Ana Oliván, directora general de Gestión Forestal.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, 2023 ha sido el año con menos incendios en época estival en los últimos 20 años. Un hito que los expertos relacionan con las abundantes precipitaciones con las que se inauguró el verano. Hace más de seis décadas que no se registraba un mes de junio tan lluvioso. "La situación dio un vuelco muy importante con las lluvias del mes de junio. Gracias a eso podemos hablar de una campaña atípica por las cifras extraordinariamente buenas que hemos tenido", ha señalado Oliván. 

Un verano extraordinariamente bueno en incendios

Según los datos publicados por INFOAR, del 1 de enero al 30 de septiembre se han registrado en Aragón 333 incendios, de los cuales el 78% han sido conatos, incendios de menos de una hectárea. Es una cifra ligeramente inferior a la media histórica entre 2005-2022, que se sitúa en 370.

Ha sido una campaña buena en el conjunto de España y extraordinariamente buena en Aragón, según ha detallado la directora general: "En los meses del verano se han quemado en Aragón 38 hectáreas frente a las 3.400 que han ardido de media en la época estival, hablamos de un 1% de lo que es habitual". En el conjunto del año, la superficie total quemada es de 1.469 hectáreas forestales, la mayoría calcinadas en tres incendios producidos en primavera. El siniestro más grande se registró en la localidad turolense de San Agustín, en el mes de marzo. Entonces ardieron 840 hectáreas, es decir, más de la mitad de la superficie quemada. Los otros dos fuegos se localizaron en Mequinenza, con 320 hectáreas, y en Sos del Rey Católico, con 60. 

Otra muestra más del buen año es el informe que se elabora diariamente con el índice de peligros de incendios forestales. Los niveles de alerta por estos siniestros se han mantenido por debajo de los valores medios durante casi toda la campaña: "En 2023, la mayoría de la superficie aragonesa ha estado en índices verde y amarillo, que son los más favorables y ha sido muy poca la superficie que ha estado en rojo y en naranja". Aun así, tal y como ha explicado Oliván, a principios de septiembre se dispararon por las altas temperaturas. 

En cuanto a las causas de los siniestros, la mayoría de los incendios (45,4%) han tenido su origen en causas naturales, como el rayo, seguidas de las accidentales y negligentes (33%) y de las desconocidas (14,4%). Los incendios intencionados han supuesto el 7,2% del total del periodo.

A raíz de los incendios que hubo en 2022 y para prevenir siniestros similares, como novedad desde este año ciertas actividades de riesgo han quedado condicionadas en Aragón al nivel de alerta de peligro de incendios forestales.