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SALUD

Vuelve el frío: ¿aumenta esto las posibilidades de resfriarse?

Los cambios de temperatura y la humedad afectan a las defensas del cuerpo humano

E. S. /
Imagen de archivo de un estornudo. / Canva
icono foto Imagen de archivo de un estornudo. / Canva

Vivimos una primavera extraña en cuanto a temperaturas, y los cambios en el termómetro, como los de este principio de semana, hacen que el cuerpo humano pueda verse afectado. La diferencia térmica, en ocasiones, reduce el número de anticuerpos en el organismo y favorece la aparición de enfermedades y resfriados. Aunque, de forma contraria a algunas creencias, el sentir frío no siempre tiene como consecuencia directa sufrir un resfriado.

La pregunta es si el frío influye en el resfriado. A esto responde el biólogo Diego Arroyo en sus redes sociales. "El resfriado común está causado por rinovirus, adenovirus y otros virus. Hay más de 200 virus diferentes que pueden provocar un resfriado común. Los cambios de temperatura bruscos generan varias respuestas equivalentes a estar resfriado: estornudos, congestión, escalofríos, etc. Sin embargo, el frío no provoca tos ni dificultad respiratoria", asegura.

Nuestro cuerpo suele estar a unos 37 grados centígrados, pero la temperatura de la nariz puede bajar entre dos y cuatro grados al inhalar aire frío. Varios estudios han demostrado que los rinovirus, que son los responsables del resfriado común, se reproducen a más velocidad en nuestra nariz cuando hay temperaturas más bajas. Es una parte del cuerpo humano que con el frío pierde algunas de sus facultades defensivas y lo que facilita la entrada de virus.

Entonces, ¿el frío influye o no en el resfriado? La respuesta de Arroyo es clara: "Si no hay infección, no". No obstante, algunos estudios indican que el frío sí tiene una influencia indirecta facilitando las infecciones respiratorias. "El principal efecto del frío es que compartimos espacios cerrados y mal ventilados, de forma que los aerosoles portadores de agentes infecciosos pasan fácilmente de una persona a otra. Esto se suma a que la gente mantiene un contacto más estrecho", subraya el biólogo. Eso sucede en los meses de invierno que invitan poco a pasar más horas al aire libre y donde es muy importante la "ventilación". Lo aprendimos con la covid-19 pero quizá ha quedado olvidado tras la pandemia. Para evitar que los virus permanezcan es necesario airear los espacios cerrados en los que pasamos muchas horas. Es decir, la casa, la oficina o los lugares de trabajo. 

Opinión compartida por los médicos de la Sociedad Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria que señalan que "no hay evidencia científica que vincule el frío con los catarros", como subraya su vicepresidente Luis Miguel García. "Sí que puede provocar dolencias articulares o musculares, pero de ahí a tener un trancazo no hay evidencia. Tampoco los estudios que se han realizado desde hace años demuestran que haya correlación entre ir con los pies descalzos y pisar el suelo frío con enfriarte más", asegura.  

Otra cosa son las alergias que "estos días van locas por el polen". En este caso, "es cierto que puede provocar un cuadro de mocos y tos, pero cuando se repite a menudo se puede tratar de una alergia y no de un catarro", explica el médico. En cualquier caso, para evitar estos catarros primaverales se recomienda "ventilar e incluso usar las mascarillas que evitan la entrada de virus por inhalación en la nariz".

Sin embargo, un estudio de CINFA Salud avalado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria señala como un factor de riesgo en la contracción de refriados y gripes el cambio de temperatura. Ese informe concluye que el 57,5% de los resfriados y gripes se producen por los cambios bruscos de temperatura, el 23,1% por tener las defensas bajas y el resto son contagios a nivel familiar y laboral. Con temperaturas tan cambiantes se producen oscilaciones térmicas que producen humedad, lo que puede afectar de forma significativa al cuerpo humano: pasar frío por tener el aire acondicionado puesto sin necesidad, bajadas drásticas de temperatura por la noche, o pasar de ambientes cálidos a lugares fríos y húmedos por efecto de la climatización.

Ese informe también asegura que las condiciones climáticas de frío reducen la capacidad defensiva de nuestras vías respiratorias, y al tener menos defensas es más posible que virus y bacterias proliferen en ellas. El principal síntoma del resfriado es la mucosidad nasal, que se produce en el 92% de los casos, acompañada de sinusitis, estornudos, dolor de garganta y cabeza y tos seca sin flema. Estornudos que en plena primavera pueden asociarse a alergias, aunque la secreción nasal en los resfriados suele ser fluida al inicio y posteriormente se vuelve más espesa, mientras que en las alergias la secreción siempre es acuosa. 

Pero la discusión sobre este asunto no termina de ser clara para otros médicos y muchas veces depende de la persona o el especialista con el que se consulta. Así desde el portal KENVUE, que engloba a una serie de marcas internacionales de medicamentos y salud, realizaron un estudio para analizar las consecuencias de tener los pies fríos y concluyó que si se produce esta circunstancia hay más posibilidades de sufrir un resfriado, barajando como explicación algún cambio en las defensas respiratorias causado por la vasoconstricción refleja de los vasos sanguíneos de las vías respiratorias superiores. 

Con todo esto, se puede concluir que la disminución de la temperatura del cuerpo afecta a la inmunidad y, por tanto, aumenta el riesgo de sufrir un resfriado o una gripe, patologías que no provoca el frío de manera propiamente dicha, aunque sí puede convertirse en una causa indirecta al propiciar un mejor entorno para los virus. Los médicos también señalan que los cambios drásticos de temperaturas pueden provocar descompensaciones en pacientes con enfermedades crónicas, deshidrataciones en niños y ancianos y complicaciones en las personas asmáticas que sufren cambios con las presiones. 

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