Toneladas de lana se acumulan en Teruel desde que China no compra esta materia prima

El Grupo Pastores, en Teruel, acumula en sus almacenes 1.300 toneladas de lana. No se trata de un acopio estratégico de producto, sino de una problemática que el sector arrastra desde 2019, cuando China dejó de comprar este material a España. Una situación que se ha visto empeorada desde 2022, cuando la viruela ovina obligó a cerrar las puertas a la exportación europea. 

"La lana necesita un tipo concreto de envase, necesita dejarse en un sitio adecuado, alejado de los alimentos para que no haya contaminación cruzada, con medidas de desratización. Hemos pedido al Gobierno de Aragón que nos ayude en la recogida y nos facilite un sitio donde poder llevarla", señala Carlos Bernué, responsable de Esquileo y Lana del Grupo Pastores. 

En sus instalaciones acumulan lana de hace tres campañas. Ahora, han dejado de recogerla y han pedido a los ganaderos que la almacenen en sus explotaciones.

Mientras, en el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) trabajan para buscar cómo darle salida a la lana como fertilizante, material aislante o en la producción de cosméticos. "La lana ocupa un gran volumen y la solución tiene que ser en grandes cantidades. Es a lo que queremos dar visibilidad, estudiar y evaluar el impacto económico para ver qué sería viable", indica Blanca Abril, técnico de investigación del CITA en Teruel. 

Soluciones que, de momento, son para el largo plazo. Este año, la situación se está viendo agravada, ya que a la acumulación de lana se suma la que ya está llegando del esquileo.

Los ganaderos calculan que gastarán entre 1,5 y 2 euros por oveja. Una inversión que ya no recuperan.