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ECONOMÍA

El cultivo de la trufa crece en la provincia de Huesca y supera ya las 2.000 hectáreas

Cada vez son más los productores que apuestan por estas plantaciones en zonas despobladas. La Diputación de Huesca ha invertido más de 140.000 euros en la promoción de la trufa negra

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El truficultor José Luis Araguás recogiendo trufa con sus perros.

El cultivo de la trufa negra ha crecido en más de 60 hectáreas en los últimos tres años en la provincia de Huesca y supera ya las 2.000 hectáreas. Cada vez son más los productores que apuestan por estas plantaciones, que se sitúan en zonas despobladas y se convierten en motor de desarrollo de sus territorios. La Diputación de Huesca (DPH) ha invertido más de 140.000 euros en la promoción de este apreciado hongo

El truficultor José Luis Araguás recuerda cómo, con 16 años, empezó a buscar trufa por los montes del Sobrarbe: "Resultaba muy raro esto de que se podía sembrar la trufa, que se podía enseñar a los perros a buscarla. No se conocía entonces". Y tras años de aprender a localizarla y cultivarla, ahora lo hace en su propia explotación.

Una actividad que se ha convertido en el modo de vida de muchos productores que, como Araguás, necesitan invertir en sus plantaciones para hacerlas más productivas. Además, según explica, gracias a las ayudas económicas de la Diputación de Huesca pudo instalar el riego para las carrascas. "Esto va a largo plazo, porque igual tardas diez años en tener producción desde que se empieza a preparar la tierra, a plantar, a vallar y a traer agua", enumera.

Quienes se dedican al cultivo de la trufa sostienen que necesitan de las ayudas para la puesta en marcha de nuevas hectáreas. "Es un cultivo que necesita unas grandes inversiones iniciales, pero que hasta el octavo o el décimo año no empieza a dar ingresos, con lo cual es muy importante estas ayudas que se dan a las plantaciones", detalla David Royo, presidente de la Asociación de Cultivadores y Recolectores de Trufa en Aragón. 

Este cultivo crece año tras año en el Alto Aragón, y cada vez resulta más atractivo en el territorio, favoreciendo incluso a su desarrollo.