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INVESTIGACIÓN

El CSIC desarrolla un nanomaterial que protege edificios históricos de la erosión por las condiciones meteorológicas

Una investigación realizada conjuntamente con la Universidad de León ha permitido crear un procedimiento de recubrimiento para evitar el deterioro de la catedral de León

ARAGÓN NOTICIAS/ AGENCIAS /
El CSIC Aragón ha desarrollado junto a la Universidad de León un nanomaterial que protege de la erosión a los edificios históricos.
icono foto El CSIC Aragón ha desarrollado junto a la Universidad de León un nanomaterial que protege de la erosión a los edificios históricos.

Una investigación realizada conjuntamente por el Instituto de Carboquímica (ICB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Aragón y la Universidad de León (ULE) ha desarrollado un procedimiento de recubrimiento "barato, permanente y a gran escala" con un nanomaterial, el óxido de grafeno, para proteger del deterioro la piedra dolomítica de la catedral de León.

Los últimos resultados de la investigación, que acaban de publicarse en la prestigiosa revista 'Advanced Materials Technologies', han evidenciado que este nanomaterial sería "muy efectivo" para frenar la erosión que sufre el monumento, incluso en condiciones meteorológicas extremas, según han destacado desde la Universidad de León.

Por su versatilidad, las piedras caliza y dolomía se han empleado históricamente en multitud de monumentos y esculturas como la catedral de León, el Coliseo de Roma (Italia), la catedral de Nôtre Dame (Francia) o la Gran Pirámide de Giza (Egipto). Sin embargo, se trata de un material "muy vulnerable a la contaminación, la lluvia y las temperaturas", un problema que "se está viendo agravado por el cambio climático y que afecta especialmente a la catedral de León, debido al clima extremo de la zona".

Reduce "drásticamente" la erosión

Los investigadores a cargo del proyecto afirman que esta "podría ser la solución definitiva a este desgaste por la erosión al que se enfrentan estos monumentos", según ha explicado el investigador principal del proyecto en el ICB, José Miguel González, que ha señalado que el procedimiento "protege incluso mejor" de lo que se podría considerar inicialmente.

"Al depositar el nanomaterial con un 'spray' en una muestra de la piedra y someterla a los ensayos hemos visto que el recubrimiento llega a reducir drásticamente la erosión y se mantiene fuertemente unido a la piedra, sin cambiar su estética original", ha añadido.

La investigadora principal del proyecto en la Universidad de León, María Fernández Raga, encargada de diseñar los experimentos de simulación ambiental, ha explicado por su parte que se ha sometido a la piedra tratada a simulaciones que recreaban 20 años de lluvias intensas y cambios de temperatura muy abruptos, de 18 grados bajo cero a 35 grados positivos, en intervalos de media hora, con el objetivo de llevar al extremo la capacidad del recubrimiento, con "resultados excelentes".

Protege del agua y de los microorganismos

Uno de los mayores problemas a la hora de conservar el patrimonio es que prácticamente no hay recubrimientos adecuados porque "no se puede poner nada que altere su apariencia original, por lo que la mayoría de recubrimientos actuales no valen, ni tampoco duran más de un par de años", ha explicado González. Sin embargo, el óxido de grafeno cuenta con la particularidad de tener un color muy parecido al de la piedra caliza y dolomítica.

"Si pones la cantidad adecuada no se percibe al ojo y es hidrófilo, por lo que protege del agua y de los microorganismos. Por otro lado, la química superficial del óxido de grafeno permite una fuerte interacción con la piedra, lo que hace que se quede pegado a ella pase lo que pase", ha resaltado.