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ECONOMÍA COLABORATIVA

El alquiler de coches entre particulares se abre paso en Aragón

Ya son dos las plataformas digitales de 'carsharing' que permiten que el propietario de un coche pueda alquilarlo por horas o días cuando no lo utiliza

ALBERTO MORA /
Entrega de llaves de un vehículo. / Canva
icono foto Entrega de llaves de un vehículo. / Canva

Tiempo, conocimientos, casas, habitaciones... Gracias a las nuevas tecnologías, en los últimos años se han multiplicado las opciones para que los usuarios puedan comprar, vender o alquilar diferentes bienes y servicios de forma directa. Es la llamada ‘economía colaborativa’ que también ofrece opciones de comercio para los vehículos particulares. Dos plataformas digitales permiten ya esta opción en Aragón. 

La idea es sencilla: el propietario de un coche o furgoneta lo alquila durante el tiempo que no lo está utilizando a una persona que lo necesita. El primero obtiene un rendimiento económico y el segundo accede a un vehículo, por lo general más barato que en las empresas de alquiler. También sale ganando el medioambiente, ya que se reduce el número de motores en circulación.

Actualmente, en Aragón operan dos plataformas dedicadas a facilitar el contacto entre dos particulares para cerrar una operación de alquiler: Amovens y Getaround. Como explica el responsable de Comunicación de esta última, Matthieu Bouchaud, se trata de “ofrecer coches de forma segura y asequible a personas que los necesitan, consiguiendo un uso sostenible de los mismos”.

Captura de la página web de Getaround
Captura de pantalla de la página web de Getaround

Por medio de una aplicación o de la página web, el usuario puede buscar vehículos en su localidad y fijar una hora y lugar para recogerlo de manos del propietario. Antes de arrancarlo, ambos comprueban el permiso de conducir del arrendador y el buen estado y funcionamiento del automóvil. Una vez hechas las comprobaciones, la operación se cierra. A los pocos días de que concluya el periodo de alquiler, el dueño recibe el ingreso en su cuenta.

Además, en el caso de que el propietario del coche no quiera estar pendiente de la entrega de llaves, puede instalar un dispositivo automático que desbloquea el coche para el cliente, además de incluir seguimiento GPS, sistema antirrobo y medición de combustible y kilometraje. Esta opción, como explica Bouchaud, “da autonomía y flexibilidad a los propietarios y les permite maximizar el rendimiento de su vehículo”.

Propietarios particulares y profesionales

Porque el 'carsharing' va más allá de los acuerdos entre particulares, también se ofrece como una alternativa de negocio. Desde la propia aplicación se ofrecen oportunidades de 'leasing' para adquirir vehículos que poner en circulación dentro de la red. De esta forma, la empresa aumenta los coches disponibles y los dueños de los automóviles pueden montar una pequeña ‘flota’ a la que sacar rendimiento.

Uno de ellos es David Aso, zaragozano de 46 años. Comenzó a utilizar aplicaciones de 'carsharing' en 2019 y llegó a contar con cuatro coches que ponía a disposición con los usuarios. Explica que la mayoría de arrendadores era gente joven que necesita un coche de forma puntual para un recado o para un viaje de fin de semana con amigos. “Tiene que tratarse de gente familiarizada y acostumbrada a operar con nuevas tecnologías”, añade.

El balance que hace de su experiencia es muy positivo, y destaca, además, que el cuidado de los vehículos que hace el usuario es mayor que cuando alquila con una empresa: “Lo cuidan mucho más, alguno se ofrecía incluso a lavar el coche cuando terminaba el alquiler. Entre particulares hay un 'buen rollo' mayor”.

El seguro de la plataforma cubre tanto al conductor como al vehículo

En cuanto a la seguridad, dice que siempre se fio de quien se llevaba uno de sus automóviles. “En cuanto el cliente arranca, es el seguro de la plataforma de 'carsharing' el que le protege a él y al coche, no el mío”, añade.

Una cobertura que, lógicamente, tiene su precio. La plataforma cobra una comisión tanto al arrendador como al arrendatario por cada operación. Según Aso, son cantidades importantes, de hasta un 35%.

Aún así, lo considera una manera eficaz de conseguir ingresos adicionales a cambio, eso sí, de la inversión en nuevos coches. Él llegó a contar con cuatro, pero conoce casos de usuarios que llegan a adquirir hasta 15. “Con el beneficio de la aplicación, van pagando el 'leasing' y, pasado un tiempo, los venden”.

En su opinión, el prototipo de coche idóneo por ser el más reclamado por usuarios es uno de entre 10 y 14 años de antigüedad, que puede alquilarse por entre 25 y 30 euros diarios.

Una alternativa para cada vez más personas

En los momentos de más actividad, Aso recuerda una media diaria de entre siete y nueve usuarios interesados en alquilar uno de sus vehículos. Cifras que se dispararon en agosto de 2020, cuando se fue recuperando la movilidad tras la pandemia. Ese mes facturó casi 2.500 euros.

Ya sea para alquilar el coche propio o como modelo de negocio, Aso recomienda el 'carsharing'. “Y más teniendo en cuenta que un coche se va a convertir en artículo de lujo y, más que por la venta, el futuro pasa por el alquiler. Incluso los propios fabricantes comienzan a hacer movimientos en ese sentido”, añade este usuario de la plataforma. 

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