Discurso íntegro de fin de año del presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón

Queridos aragoneses:

Apenas quedan unas horas para culminar este 2023 y, como es tradicional, resulta un momento adecuado para la reflexión.

No sólo para hacer balance de lo vivido y pensar en los propósitos que queremos asumir en el próximo año. Es también una excelente oportunidad para pensar qué somos y qué queremos ser.

En 2024, el escudo de Aragón cumple 525 años. Uno de nuestros principales símbolos, que nos recuerda al mismo tiempo nuestras raíces históricas y nuestro papel decisivo en la creación de España.

Somos una comunidad bien conocedora de su pasado, satisfecha de la historia compartida con todos nuestros compatriotas y, sobre todo, dispuesta a seguir fortaleciendo su compromiso con la Libertad, la Democracia y el sistema constitucional.

Hace unas semanas, tuve la oportunidad de otorgar el primer premio Gabriel Cisneros a los diputados y senadores aragoneses  que participaron en el proceso de elaboración de nuestra Constitución en 1978.

Ellos son máximo ejemplo del interés y la ilusión con que el conjunto de los aragoneses y los españoles hemos participado en la construcción de un futuro común desde la concordia, el respeto y el encuentro. Su testimonio de lo que fue una transición democrática ejemplar debe ayudar a comprender nuestra Carta Magna como la gran obra de convivencia que es y cuya vigencia persiste en plenitud.

Cuando nos preguntamos por qué Aragón y España se han transformado extraordinariamente en las últimas cuatro décadas, no podemos olvidar que ha sido gracias a la Constitución y al Estatuto de Autonomía que de ella emana. Es bajo su paraguas donde podemos desarrollar los derechos y la libertad individual de cada uno para dibujar el camino que queremos recorrer al amparo del imperio de la Ley.

Por eso, ante los ataques de quienes están dispuestos a romper ese marco constitucional, resulta vital reforzar el compromiso con la Constitución y el Estatuto como leyes esenciales para afianzar nuestro presente y nuestro futuro.

No podemos olvidar que gracias a ambos hemos conseguido ser ciudadanos libres e iguales y hemos disfrutado de las mayores cotas de bienestar.

Vivimos, sin embargo, días difíciles. La defensa de la Constitución y de nuestra libertad se ha convertido en los últimos tiempos en un reto que no podemos esquivar. Mantenerse fiel a la Constitución y defenderla constituye la obligación primordial de todo ciudadano que prefiera la libertad y no el sometimiento; la prosperidad y no la ruina; el futuro y el bien común en lugar de un presente reservado a unos pocos privilegiados.

Hoy, desde Aragón, desde esta tierra rica en historia, talento y cultura, reafirmamos nuestro compromiso con la unidad nacional de España, la libertad y la igualdad de todos los españoles.

Por eso, desde el Gobierno que presido me he comprometido a llevar a cabo todas las iniciativas posibles que eviten que aquello que nos ha proporcionado los mayores éxitos colectivos se vea destruido por la insolidaridad y el egoísmo de unos pocos. Y a eso, amigas y amigos, os convoco con determinación. Porque una sociedad libre debe hacer valer la esencia que la define y defenderla con valentía y convicción.

En ningún caso vamos a permitir que los vergonzosos pactos del Gobierno central con el independentismo nos releguen a los aragoneses como españoles de segunda. Aceptamos con lealtad los mismos deberes que el resto de españoles y, en consecuencia, exigimos los mismos derechos y las mismas oportunidades.

Los aragoneses no queremos más, pero nunca nos conformaremos con menos. Hace poco más de medio año, la democracia resonó en cada rincón de Aragón, y el pueblo se expresó con claridad en las urnas. Más allá del honor y la responsabilidad con la que asumí la tarea que me encomendasteis, los aragoneses hemos demostrado que, una vez más, somos capaces de diseñar un futuro entre todos y dibujar ese Aragón próspero y de vanguardia al que aspiramos.

Con esa finalidad, en solo cuatro meses de Gobierno hemos aprobado con el apoyo de cuatro partidos diferentes -PP, VOX, PAR y Teruel Existe- el primer presupuesto de la Legislatura, el mayor presupuesto de la historia de la Comunidad Autónoma, que impulsa nuestro proyecto para desarrollar un Aragón mejor para todos.

Un Aragón con mayor gasto social, con crecimientos inéditos entre el 10 y el 12% en Sanidad, Educación y Políticas Sociales que permiten revertir recortes sufridos en la legislatura anterior en servicios públicos básicos como el de las ambulancias.

Un Aragón con una fiscalidad más justa y reducida, que ayude a las familias y las empresas, y que sea capaz de desarrollar nuestra economía y atraer inversiones.

Un Aragón que aborde con decisión y partidas económicas suficientes problemas fundamentales como la despoblación, la vertebración territorial y la extensión a toda la comunidad de servicios públicos de calidad.

Un Aragón donde la estabilidad y la lealtad institucional permita seguir llegando a acuerdos fundamentales, como los suscritos en la reciente Bilateral con el Ayuntamiento de Zaragoza, que incluyen proyectos estratégicos como la Nueva Romareda, o a la mejora sustancial de la financiación municipal impulsada con las otras dos capitales de provincia y con todos los ayuntamientos aragoneses a través del Fondo Local, del Fondo de Cohesión Territorial, del mantenimiento del FITE y de la creación del FIHUZAR, el Fondo para las zonas despobladas de Huesca y Zaragoza.

Aragón no solo es un territorio geográfico; es un motor económico, una tierra de oportunidades y emprendimiento. Aunque las perspectivas económicas para 2024 señalan una ralentización de alcance global, vamos a seguir trabajando para impulsar nuestros sectores productivos y continuar atrayendo a nuestra tierra empresas e inversiones que generen riqueza y trabajo.

Mantenemos una confianza inquebrantable en el futuro y en nuestra capacidad para aprovechar oportunidades y ventajas competitivas que nos diferencian. Nuestra capacidad logística y de producción energética, nuestra disponibilidad de espacio, nuestra cultura empresarial, laboral y formativa y nuestra calidad de vida son palancas de desarrollo que atraen a grandes empresas tecnológicas, como Becton Dickinson, Amazon o Microsoft, que se unen ahora a sectores de gran fortaleza, como el automovilístico o el agroindustrial.

Esta realidad económica, con unos indicadores tradicionalmente por encima de la media nacional, no esconden los importantes desafíos que afrontamos para el próximo año y en cuya resolución resulta obligatoria la implicación de la administración central. Es imprescindible una nueva financiación autonómica que sea justa, solidaria y adecuada a nuestros parámetros demográficos y territoriales.

Necesitamos las ayudas estatales que requiere el proyecto de la fábrica de baterías eléctricas de Stellantis. Como igualmente necesitamos la participación del Gobierno central en el Plan Pirineos para impulsar con decisión nuestras comarcas más septentrionales, el establecimiento de las ayudas al funcionamiento empresarial en Teruel al 20% y no al 1% actual, y la culminación de grandes obras carreteras, ferroviarias e hidráulicas que acumulan décadas de retraso y que son esenciales para nuestro crecimiento y proyección.

Todo ello es necesario para mejorar la vida de los aragoneses y seguir contribuyendo a la generación de riqueza y oportunidades en el conjunto de España. Y por eso, con esa visión de contribución al esfuerzo nacional y ese objetivo de desarrollo autonómico, lo vamos a seguir reclamando con firmeza y determinación.

Queridos amigos y amigas: les deseo de corazón lo mejor para 2024.

 Feliz Año Nuevo.