Del silencio de la Congregación de las Esclavas al recogimiento de la Vigila Pascual

El tintineo de las campanas y el silencio que identifican a la Congregación de las Esclavas ha seguido al fervor de la procesión del Santo Entierro. Son algunas de las procesiones que han llenado las calles de Zaragoza en las últimas horas durante el penúltimo día de la Semana Santa aragonesa. Jornada que concluye de madrugada con la Vigilia Pascual en la basílica del Pilar, de la que se encargan la Real Hermandad de Cristo Resucitado y Santa María de la Esperanza y del Consuelo.

"Soy de aquí, de la parroquia del Gancho y he venido muchísimas veces a ver esta procesión porque me gusta mucho", cuenta una de las asistentes a la procesión de la Congregación de las Esclavas, que ha salido a las 11:00 horas de esta mañana desde la Iglesia de San Pablo. Con solemnidad y guardando el luto, han vuelto a atraer a numerosos fieles. "Queríamos que los pequeños conocieran otra Semana Santa distinta a la de los tambores también", cuenta otra de las personas que se han acercado a contemplar la procesión. 

Una emoción similar se sintió también en la noche de este Viernes Santo en la capital aragonesa, durante la procesión del Santo Entierro. Tiene pasos muy antiguos, como es el caso del Cristo de la Cama, que data del siglo XVII. El Santo Entierro tiene más de 400 años de historia y en él participan todas las cofradías. "Lo hacemos con todo el fervor y cariño del mundo. Es muy bonito, muy emocionante", explica uno de los participantes en la procesión. 

Por otro lado, Alcorisa (Teruel) también vivió por todo lo alto el Drama de la Cruz, una escena religiosa que está interpretada por los propios vecinos del municipio. En total participan 300 actores de la localidad, 8.000 espectadores y cuentan con un escenario de más de 20.000 metros cuadrados.