¿Deberán sacarse el carné de moto los conductores que tengan el carné B?

Es uno de las mayores preocupaciones en la actualidad para la Dirección General de Tráfico (DGT). Los accidentes de motocicleta se han disparado desde el 2012, siendo el único vehículo que ofrece una siniestralidad al alza, con un incremento del 37%. Pero, además, en el 2023 los que se han producido en trayectos interurbanos han crecido un 22%. Todo ello ha llevado al Gobierno a tomar cartas en el asunto y anunciar, sin fecha de inicio, la prohibición de conducir una moto de hasta 125 c.c. sin una habilitación específica para ello, aunque se disponga de un carné B, con el que legalmente se permite el uso de estos vehículos.

La medida que hay sobre la mesa afectaría a todos los que quieran hacerse con una moto y hayan cumplido tres años de antigüedad en su permiso de coches. "Una moto de 125 de serie coge 180 km/h", ilustra Antonio Alot, presidente de Asociación Eventos Moteros de Zaragoza. "La medida del cursillo es necesaria -añade- porque no todo el mundo ha aprendido en su vida a llevar una bicicleta y, por tanto, es absurdo que por conducir un coche tengas permiso para llevar una moto, que es un vehículo totalmente distinto".

Esta no es una petición nueva. Tanto expertos de las dos ruedas como autoescuelas llevaban años reclamando una normativa específica para este tipo de casuística. "Es una aberración que, por aprobar un carnet de coche, a los tres años te den luz verde para llevar una moto", denuncia Sergio Olivera, presidente de la Asociación de Autoescuelas de Zaragoza.

Autoescuelas y moteros recuerdan que ellos trabajan en sinergia con la Guardia Civil, por ejemplo, en temas de seguridad vial. "Hemos realizado pruebas  de velocidad con 'dummies'. Cayéndote de la moto a 30 km/h y golpeándote contra un poste de guardarrail, el muñeco tenía en su cuerpo siete posibles causas de muerte distintas, sin mencionar las secuelas que pueden quedar en caso de no fallecer", argumenta Alot. 

¿Cómo aplicar la medida?

La forma de saber quién debe hacerlo y quién no es en lo que la DGT tendrá que hilar fino. En principio, parece poco probable, por jurisprudencia, que los que ya disponen de un carnet B1 y conducen una moto de 125 tengan que acometer la realización de un curso. Para los moteros, la solución no es tan compleja: "Quien no tenga moto en propiedad desde hace cinco años es susceptible de ser obligado a hacer el examen." 

Las autoescuelas aplauden la medida. "Para el sector es muy bueno", celebra Olivera. Pronostican que su nivel de trabajo no se tiene por qué ver afectado, ya que "serán cursos de 8 o 10 horas máximo". Otra cosa será si la obligación lleva implícito tener que "hacer un examen práctico", ya que esto supondría "una mayor carga" de trabajo para Tráfico, muchos de cuyos centros, recuerdan, "ya están colapsados".

Por último, desde Eventos Moteros lanzan una reflexión al aire. "No puede ser que se permita a las personas examinarse tantas veces como quieran y al final lograr el carnet, aunque le haya costado 15 intentos", reflexiona su presidente. Recuerda que no todo el mundo tiene que estar capacitado para hacer de todo. "Será gente que tendrá otras habilidades, que no es la conducción sobre dos ruedas", zanja este experimentado motero.