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JUZGADOS

Comienza el juicio contra dos guardias civiles por la muerte de un joven en Andorra

La Fiscalía y la defensa piden su absolución, al entender que actuaron en legítima defensa. La acusación particular solicita cinco años de prisión porque cree reaccionaron de forma desproporcionada ante el joven, que estaba sufriendo un brote psicótico

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Los dos guardias civiles durante su declaración en el juicio.

En la Audiencia de Teruel ha comenzado el juicio contra los agentes de la Guardia Civil que el 11 de enero de 2021 abatieron a Joel García Balaguer, un joven que, en pleno brote psicótico, intentó agredirles. La acusación pide cinco años de prisión, mientras que la Fiscalía y la defensa solicitan la absolución de los guardias civiles que intervinieron en la operación.

El ministerio público y la defensa de los agentes consideran que actuaron en legítima defensa para repeler el ataque del joven. Así lo ha relatado también el guardia civil que efectuó los disparos. “Saqué el arma para defender a mis compañeros, por si los intentaba apuñalar. De repente, se apartaron y en dos zancadas vino corriendo. Y, claro, al haber un escalón era imposible apuntar. Levanté el arma y empecé a disparar”, ha explicado. 

Tanto él como su compañero han sido los primeros en declarar. Después, ha sido el turno de los sanitarios y de la familia del fallecido. Según ha explicado el abogado de la acusación, creen que el uso de armas de fuego fue desproporcionado. “Es normal que la defensa plantee la legítima defensa. Y yo le digo a los ciudadanos que cómo se entiende una legítima defensa habiendo un enfermo mental, con un brote psicótico y enfrentándose a cuatro guardias civiles con sus correspondientes medios de defensa", ha argumentado el abogado Carlos Guía.

Los hechos se produjeron hace dos años, cuando los familiares del fallecido pidieron ayuda al 112 por un ataque psicótico. Al aviso acudieron dos patrullas de la Guardia Civil.

Al llegar al domicilio, los agentes constataron que la víctima estaba amenazando a la familia con un cuchillo y un destornillador. Los guardias civiles trataron de mediar con el joven, quien, al parecer, intentó agredirlos también, llegando a rajar la chaqueta de uno de ellos, que no sufrió heridas gracias al chaleco antibalas. Finalmente, uno de los agentes abatió al agresor al tratar de defenderse. El joven recibió tres disparos y falleció.