Casi cinco millones de euros para mejorar la accesibilidad en edificios y unifamiliares, más allá del ascensor

El 18% de las viviendas de Zaragoza con tres o más plantas no tiene ascensor, lo que supone que unas 59.500 familias tienen problemas de accesibilidad en sus hogares. Son cifras facilitadas por el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza (COAATZ), que gestiona las ayudas que pone en marcha el Gobierno de Aragón para atajar esta realidad y a las que, desde el lunes, 4 de diciembre, se han sumado nuevas subvenciones para la rehabilitación y mejora de la accesibilidad de viviendas. 

Las ayudas ponen a disposición de los aragoneses casi cinco millones de euros, 4.913.600. El objetivo del Ejecutivo es beneficiar a aquellas comunidades de propietarios o viviendas individuales (tanto pisos como unifamiliares) que quieran y necesiten facilitar el acceso a los vecinos. "La accesibilidad es una lacra social en Aragón", indica Eva Burillo, coordinadora de la Oficina de Rehabilitación de COAATZ.

A diferencia de anteriores ocasiones, esta vez las subvenciones recogen un amplio abanico de elementos que pueden instalarse para evitar las barreras arquitectónicas, auditivas y visuales. "Van más allá de ascensores. También pueden instalar plataformas elevadoras, videoporteros, grúas para piscinas...", indica Antonio Calvo, vocal de la junta de Gobierno del Colegio de Administradores de Fincas de Aragón.

Son ayudas ampliamente demandadas y necesarias, sobre todo si se tiene en cuenta que Aragón es la tercera comunidad con el parque de viviendas más antiguo del país. Eso equivale a que la edad media de las edificaciones ronda los 44 años, que sube a 48 en Zaragoza y Teruel, y baja a 35 en Huesca.

Las ayudas de accesibilidad incluyen el cambio de videoporteros. / Canva

A eso se suma que unos 58.000 aragoneses necesitan ayuda para salir de su vivienda y que el 4% de las 73.300 personas que tienen movilidad reducida no sale de casa por la mala accesibilidad. De hecho, dos de cada 10 cambian de domicilio por ese motivo. 

Por eso, desde el Colegio de Administradores de Fincas ven "insuficientes" las ayudas del Ejecutivo, como señala Calvo: "Casi cinco millones de euros para toda la Comunidad significa poner unos 33 ascensores, con un coste medio de 150.000 euros. Es claramente insuficiente". 

Cada provincia tiene asignado un montante, siendo Zaragoza la que más suma, 2.948.160euros , seguida de Huesca, 1.228.400, y Teruel, 737.040.

¿Cuáles son los requisitos?

Las ayudas, en vigor hasta el 3 de enero, se otorgan en orden de solicitud (siempre que se cumplan los requisitos y se entregue la documentación exigida) y deben incluirse en la declaración de la renta. 

En el caso de las viviendas individuales es necesario que los propietarios acrediten una discapacidad igual o superior al 33% o tener más de 65 años. Además, las viviendas deben ser anteriores a 2006. Esta línea incluye ayudas de entre 2.500 y 6.000 euros por domicilio. Las obras deben ejecutarse en los 12 meses siguientes a la aprobación de las subvenciones. 

En el caso de las comunidades de propietarios, el 50% de la superficie del edificio debe estar destinado a vivienda y acreditar que, al menos, el 30% se dedican a vivienda habitual. El Libro del Edificio Existente es imprescindible para hacer efectiva la solicitud, ya que, de esta forma, se acredita la necesidad de mejora en la accesibilidad. El montante subvencionado será de un máximo de 9.000 euros por domicilio y las obras deben llevarse a cabo en los 24 meses siguientes. "En ambos casos, el máximo subvencionable es del 60%", comenta Burillo, que cree que las ayudas se acabarán antes de que finalice el plazo de solicitud. 

Estas líneas no tienen vinculados fondos europeos, a diferencia de otras, como las destinadas a la mejora de la eficiencia energética, de las que los colegios de Arquitectos Técnicos de las tres provincias ha gestionado mil expedientes en un año. 

Esas líneas de subvención cuentan con una financiación de 33 millones de euros. Una cuantía muy superior a la de accesibilidad, ya que más de 300.000 edificios en Aragón no cuentan con aislamiento, al ser anteriores a 1980 (cuando comenzó a ser obligatorio). "Eso supone que dos tercios de los aragoneses no tiene abrigo en invierno", compara la coordinadora de la Oficina de Rehabilitación de COAATZ.

De hecho, el 80% de las viviendas tiene una calificación energética entre la 'E', la 'F' y la 'G'. "Son los niveles más bajos de la escala. Lo que evidencia que el camino hacia la eficiencia es muy largo y costoso", señala.