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GASTRONOMÍA

Cambios generacionales en los helados: del clásico de vainilla al de Oreo o tiramisú

Para hacer frente al calor son más refrescantes los elaborados con agua. Para primavera y otoño, los helados hechos con leche son más nutritivos y preferidos por los consumidores

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Algunas de las 30 variedades de helados que hay en Aldo
icono foto Algunas de las 30 variedades de helados que hay en Aldo

Chocolate, fresa, vainilla, limón o nata. Estos son solo algunos de los sabores más clásicos de helado, pero, en la actualidad, se ha disparado el gusto por los de Oreo, pitufo, tiramisú, 'pana cotta' u otras recetas que no existían décadas atrás. Para primavera y otoño son ideales los que están hechos con leche, más densos y nutritivos, mientras que la recomendación para el caluroso verano es que estén elaborados con agua. Sea como sea, el de los helados es un tema muy personal, para el que cada individuo tiene sus preferencias.

Los cambios generacionales afectan a la creación de nuevos sabores y, aunque los paladares no entienden de edades, sí se aprecia una tendencia bastante uniforme: "La gente mayor suele decantarse por el de turrón". Esta es la afirmación que más se repite entre los heladeros. Aunque los más mayores también apuestan por opciones como la avellana o el 'tutti frutti'. Entre los más pequeños triunfan sabores como el de huevo de chocolate Kinder, el de galleta Oreo o el especial de la casa de Los Italianos: el helado de pitufo, de color azul, que elaboran con chocolate blanco y esencia de violeta.

No ayudan a tomar decisiones ofertas como la de Aldo. En el congelador de su establecimiento de Zaragoza ahora se exhiben 30 sabores. Paradójicamente, en primavera siempre se crea uno nuevo, que con la llegada del verano desaparece, porque su creador reconoce que le es imposible eliminar uno de los clásicos. En Los Italianos de Huesca, la decisión, aunque difícil, se toma entre un número menor de opciones, ya que realizan entre 12 y 14 variedades. La novedad de este año todavía se mantiene en secreto. La del pasado, de sandía, funcionó bastante bien, dicen los responsables. 

En Teruel, la localidad de Bronchales presume de tener una de las mejores heladerías artesanas de la provincia. Trabajan de 12 a 16 variedades a la vez, aunque en su catálogo hay más de 20 sabores. La heladería Miguelo Artesanal apuesta por el público más joven y por eso el de Kinder y Oreo son los productos estrella. Julián Miguel, regente del establecimiento e hijo del maestro heladero que vino de Argentina, también apuesta por el de yogur con maracuyá.  

Producto de temporada

'Lo que me gusta del verano es poder comer helados' reza el estribillo de una canción de Papa Topo. Una realidad temporal bastante acertada para el consumo de este producto en España. "Hubo un año que se abrió el local, allá por el 1996, durante todo el invierno, pero después del periodo navideño las ventas fueron nulas", atestigua Antonio Tonon, propietario de Aldo. En España, añade, existe un componente psicológico para el consumo de helado que no ocurre en países como Alemania o Italia. "Después del Pilar se deja de vender, aunque las temperaturas sean similares a las de primavera, que es cuando se comienza con el consumo", manifiesta este heladero de familia italiana.

Comparten la visión de Aldo en la heladería Los Italianos, de Huesca, pero con algún matiz. Rosa Riba, su propietaria, sí aprecia un cambio de tendencia que apunta a que la cultura del helado ha dejado de ser solo en verano para ampliar su estacionalidad a primavera y otoño. Esta profesional ya tiene entre sus clientes a personas que se toman el helado "con el abrigo puesto". 

Más compleja es la situación en Bronchales. 15 años al frente de la heladería Miguelo Artesanal permite conocer la realidad del entorno. Que su establecimiento esté a 1.600 metros de altitud acorta mucho la temporada porque, dice Miguel, la temperatura no acompaña. Además, suelen ser los tres meses de verano cuando la población del municipio crece de los 400 censados que hay habitualmente hasta los 4.000. 

Al final, un helado es el típico producto que, salvo raras excepciones, es aceptado por todos los paladares. "Evoca al verano, al buen tiempo, a ese momento de la vida que te proporciona felicidad", reflexionan desde Huesca, con esos olores y colores que entran por los ojos con mucha facilidad. Además, sentencia la propietaria de Los Italianos, que si el calor es asfixiante "no hay nada mejor que tomarse un helado para refrescarse".