Calamocha registró 30 grados bajo cero, el día más frío en la historia de España, hace 60 años

El 17 de diciembre de 1963 España se congeló. Lo hizo en Calamocha, a 30 grados bajo cero. Así lo registraron los responsables del observatorio que la localidad turolense comparte con Fuentes Claras. Es, todavía hoy, la temperatura mínima alcanzada en nuestro país en un lugar habitado desde que la Agencia Española de Meteorología cuenta con registros. Este domingo se cumplen 60 años de una efeméride que permanece imbatible. 

Son muchos los vecinos de la zona que aún recuerdan aquel día: los enormes carámbanos colgando en los bordes de los tejados, las calles resbaladizas por el hielo y, por supuesto, el manto blanco cubriendo el paisaje. Los guardias del observatorio tuvieron que utilizar un soplete para abrir la verja de la estación, presa del hielo. Para entonces los vecinos ya se habían dado cuenta de que dejar las botellas de champán, recurrentes por esas fechas, en el exterior de los hogares era más efectivo para enfriarlas que meterlas en la nevera.

El triángulo del frío

Calamocha, Teruel y Molina de Aragón son los vértices del 'Triángulo del frío' que delimitó el divulgador especializado en meteorología Vicente Aupí. Muchos expertos en climatología han utilizado su trabajo de divulgación a modo de referencia a la hora de hablar de valores en negativo a nivel nacional. "El día del récord del frío se pasó de -1ºC a -30ºC en cuestión de horas", relata Aupí.

Recordatorio de la efeméride ubicado en Calamocha. / Jesús Blasco
 

Anécdotas y comparaciones curiosas por doquier a las que acompaña una cuestión: ¿por qué no se ha vuelto a registrar un dato así? Especialmente, cuando hablamos constantemente de cambio climático y fenómenos más acuciantes. "Está claro que una temperatura como aquella no se registra todos los años, pero hemos estado cerca", recuerda el divulgador: "Mismamente hace unos años, durante la borrasca Filomena, se alcanzaron los 27 grados bajo cero. Un par de grados más en 2001, durante otro episodio de frío".

"La tendencia al calentamiento global no va reñida con que, en circunstancias excepcionales, se registren esas condiciones", justifica este investigador aragonés. Se podría repetir en un futuro. "No es que no ocurran situaciones como la de 1963, sino que ocurren con menor frecuencia que a lo largo del siglo XX. En esas décadas se alcanzaba con más habitualmente temperaturas entre 20 y 30 bajo cero en la zona", dice Aupí. 

Ola de frío de 1956 en Aragón

El récord de -30ºC de 1963 fue la culminación de varias décadas con frecuentes temporales de frío y nieve, tanto en esta zona como en el resto de España. Los responsables de 'El Tiempo' en Aragón TV, Eduardo Lolumo, Eva Berlanga y David Fernández, lo recogen en el libro que elaboraron con explicaciones y anécdotas sobre este campo, titulado 'El Tiempo y el Clima de Aragón al alcance de todos': 

Un potente anticiclón se situó sobre el Atlántico norte, mientras que una borrasca se instalaba en el Mediterráneo. Entre estas dos configuraciones de presión se desplazó el aire frío siberiano con temperaturas de hasta 20 grados bajo cero a 850 hPa (unos 1500 metros de altura).

Durante tres semanas las temperaturas fueron heladoras. En Huesca, por ejemplo, se registró una mínima de -13,2 ºC el día 12, y hasta hoy no se ha superado este registro. En Teruel y Zaragoza se batieron marcas en temperaturas medias: en Zaragoza, febrero de 1956 es hasta el momento el mes más frío desde que tenemos datos, con una temperatura media de 1,5 ºC (frente a los 8,4 ºC, que es la media actual para este mes en el periodo de referencia, 1971-2000).

También fue en esa ocasión cuando se alcanzaron 32 grados bajo cero en el lago leridano de Estany Gento a 2140 metros de altitud, que es la temperatura más baja registrada en España. Los periódicos de la época citan que en Sabiñánigo se alcanzaron los -31 ºC durante este episodio. Realmente fue un error de prensa, ya que el valor registrado fue el mismo que el alcanzado en Calamocha aquella jornada del 1963 (-30 ºC).

Calamocha no es el lugar más frío de la Comunidad

Teniendo en cuenta el dato que sostienen Calamocha y Fuentes Claras, sumado a su pertenencia al ya explicado "triángulo del frío", es popular la creencia de que esta localidad turolense es la más fría de Aragón. Sin embargo, son ubicaciones de mayor altitud las que tienen ese protagonismo en la Comunidad. No solo zonas altas, algunos valles, además de registrar mínimas heladoras debido a procesos de inversión térmica en las largas noches invernales, reciben una insolación mínima debido a la mínima elevación del sol en el horizonte. En algunos valles del Pirineo el sol no llega a entrar en pleno invierno durante días, como ocurre en Pineta o en la cara norte o noreste otros, como el de Chistau. 

Si consideramos que una temperatura media mensual inferior a 10 grados bajo cero supone hablar en nuestras latitudes de frío invernal, Caspe tendría tres meses de invierno, Zaragoza cuatro, Sabiñánigo o Luesia tendrían más de cinco y Calamocha, hasta seis. Candanchú y el ibón de Urdiceto, ubicado a 2.377 metros de altura, tendrían en torno a 10 meses de frío invernal.