El puente deja una ocupación media en las zonas más turísticas de la Comunidad

La nieve que se deja notar este domingo en la provincia de Teruel permitió hace una semana abrir las estaciones del Pirineo. Ha sido la atracción turística por excelencia durante el puente de la Constitución, pero no el único reclamo con el que ha contado Aragón. El patrimonio histórico, los balnearios o el conjunto paleontológico turolense han atraído a muchos visitantes, en unas jornadas que dejan un balance de ocupación discreto en la mayoría de los casos, según los profesionales del sector turístico.

En Huesca, la afluencia de turistas ha sido menor de la esperada. La ocupación en los hoteles y en las casas rurales ha sido del 50% durante todo el puente. Las razones, según los empresarios, están en la larga duración del puente, la preferencia de los turistas por hacer viajes al extranjero y el tiempo la meteorología adversa. Mejor le ha ido a los restaurantes y al turismo de patrimonio. En Loarre, por ejemplo, muchos turistas han aprovechado el domingo para ver la fortaleza románica mejor conservada de toda Europa.

Por su parte, los hosteleros turolenses califican este largo puente como descafeinado. Los alojamientos han registrado de media un 65 % de ocupación en la primera parte y un 45 % este último fin de semana. Muchos bares, eso sí, se han llenado gracias a las visitas de un único día. Los datos también han sido superiores en Gúdar-Javalambre gracias a la Feria de la Trufa que se ha celebrado en Sarrión. Dinópolis, otros de los grandes atractivos, ha sido visitado por 6.220 personas desde el pasado día 3 de diciembre. 

En Zaragoza el mayor volumen de visitantes se ha registrado en los balnearios. Para el sector de las aguas termales la ocupación ha rondado el 70%, aunque ha sido peor que las de otros años, debido fundamentalmente a cómo han caído los días festivos esta semana. Las estancias medias han sido cortas, de una o dos noches, y sobre todo las reservas han sido de última hora. Los visitantes han acudido mayoritariamente de Zaragoza y Madrid, aunque también de comunidades vecinas, como Valencia y Cataluña.