Bailo recupera sus Jornadas de Recreación del Santo Grial cinco años después

La localidad de Bailo, en la Jacetania, recupera este fin de semana sus Jornadas de Recreación Histórica de la Estancia del Santo Grial en Bailo, declarada de Interés Turístico de Aragón. En ella se rememora el paso por la localidad de la célebre reliquia en el siglo XI, dentro de la ruta que finalmente la llevó hasta la catedral de Valencia, donde se conserva actualmente. A principios del siglo XI, la localidad jacetana era una sede real en el incipiente Reino de Aragón.

Esta será la la séptima edición de estas jornadas, que empezaron a celebrarse en 2013 cada tercer fin de semana de septiembre hasta su última edición, en 2018. La pandemia y sus consecuencias han provocado este retraso, pero desde la Asociación Cultural y Recreativa de Bailo (Acurba), organizadora de las jornadas, aseguran que vuelven "con energías renovadas" y con la idea de volver a vivir una jornada en la que los vecinos, descendientes y amigos de la localidad recuerdan con orgullo su historia y sus orígenes.

Las jornadas han comenzado en la noche del viernes con la conferencia a cargo de la periodista de Aragón Radio Ana Segura en la biblioteca municipal, donde presentó su libro 'Damas, Reinas y Señoras', coescrito con la historiadora Anabel Lapeña. Este sábado viven su día grande con el grueso de actos programados. A las 10:30 está previsto que abra el mercado medieval. A las 12:00 tendrá lugar el acto principal, cuando la santa reliquia llegará a Bailo procedente de San Adrián de Sasabe y la comitiva del rey Sancho III el Mayor recorrerá las calles del pueblo con todo su séquito para terminar en la plaza Mayor, donde el rey hablará al pueblo antes de dirigirse a la iglesia para entregar el cáliz a las autoridades religiosas y dar paso a una misa cantada, con Paloma Laporta y Juan Gracia. Uno de los alicientes de este año es que se ha guardado en secreto la identidad de quiénes encarnarán al rey y a la reina, incluso a los propios interesados.

Los vecinos han trabajado en las últimas semanas en los preparativos de la celebración. / Iván Ara

Durante la jornada, no faltará la animación de los Músicos de La Solana y también actuaciones de teatro callejero con la compañía Bengala Teatro y vecinos de la localidad. Asimismo también se podrá disfrutar de juegos infantiles y talleres de circo u oficios tradicionales. Uno de los platos fuertes será el pasacalles con los Titiriteros de Binéfar (19:30) que dará paso a la Despedida a los reyes y un último espectáculo teatral con Bengala Teatro. La mañana del domingo 17 se dedica a los más pequeños, que podrán participar a partir de las 10:45 en las diferentes pruebas que deberán superar para ser investidos Damas y Caballeros protectores del Santo Grial, acto que pondrá el punto final a las jornadas. 

Un reto para una localidad de menos de 100 habitantes

Para Bailo, una localidad que no alcanza el centenar de habitantes fijos, supone todo un reto organizativo que la asociación Acurba asume con el apoyo del Ayuntamiento de Bailo, la comarca de la Jacetania, el Gobierno de Aragón y entidades como la Hermandad del Primer Viernes de Mayo, que aportará un año más material y personal imprescindible para poder llevar a cabo el acto principal. 

Durante las últimas semanas, todos los vecinos se han volcado con los preparativos. "Todo el mundo colabora con todo lo que sabe hacer para engalanar las calles, acondicionar espacios, preparar los juegos para los más pequeños, etc. Es una fiesta que, cada vez más, sienten con orgullo todos los vecinos y cualquiera que tenga relación con Bailo", explica Juan Bernabeu, portavoz de la asociación Acurba. La semana previa, además, vecinos de todas las edades han colaborado para pintar un mural colaborativo diseñado por la artista Pilar Serrano, en una de las paredes del edifico de las piscinas municipales, situado en un lugar estratégico para dar la bienvenida a los participantes.

Desde 2017, estas jornadas están declaradas Fiesta de Interés Turístico de Aragón, lo que supone también un reto para la organización. "Somos una localidad pequeña y además del intenso trabajo de todo el mundo en las semanas previas, para todo ello es necesario un trabajo que hay que empezar a hacer ya en invierno", señala Bernabeu. Pese a todo, desde Acurba se muestran optimistas porque "cada vez se está implicando a gente más joven y el objetivo es que quienes ahora están creciendo con esta fiesta acaben implicándose también en el futuro".