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HISTORIA

Las horas que cambiaron el mundo: así fue el minuto a minuto del 11S

Hace 20 años, de madrugada, 19 terroristas secuestraron cuatro aviones comerciales en Estados Unidos. Después llegó el horror

ANA MANCHO /
icono foto El primer avión impacta contra la Torre Norte.

Era la madrugada del 11 de septiembre de 2001 cuando 19 terroristas de Al Qaeda captados por Bin Laden para atentar contra Estados Unidos, secuestraban cuatro aviones comerciales de American Airlines y United Airlines que habían despegado de Boston, Washington D.C y New Jersey con el objetivo de estrellarlos contra puntos estratégicos.

El primero impactaba a las 8:46 horas, a 790 kilómetros por hora contra la Torre Norte del complejo World Trade Center de Nueva York, entre los pisos 93 y 99. Todas las personas a bordo del avión morían en el acto. Comenzaba la evacuación de ambas torres y de todo el complejo del centro financiero donde trabajaban 50.000 personas.

15 minutos después, otro avión impactaba contra la Torre Sur a 950 kilómetros por hora, entre las plantas 77 y 85. Debido al choque se inutilizaban dos de las tres escaleras de emergencia y también los ascensores lo que provocó que muchas personas se quedaran atrapadas y saltaran por las ventanas. Se estima que pudieron morir por esta causa entre entre 50 y 200 personas. Dos horas después se derrumban las dos torres.

A las 9:39 horas, un tercer avión se estrellaba contra el Pentágono a más de 850 kilómetros por hora en una zona principalmente de oficinas. El ataque dejaba 125 muertos. Apenas 20 minutos después, a las 10:03, un cuarto avión impactaba en Shanksville, Pensilvania, a unos 20 minutos de Washington D.C. Era el único que no alcanzó su objetivo: el Capitolio o la Casa Blanca. Según desvelaron informes posteriores, al menos tres de sus pasajeros se enfrentaron a los secuestradores que decidieron estrellar el avión antes de que los viajeros lograran recuperar el control.

Casi 3 mil personas murieron, la mayoría se encontraban dentro de las torres. Hubo 6.000 heridos. Los equipos de rescate trabajaron día y noche para encontrar supervivientes y recuperar los restos de las víctimas. El presidente de los Estados Unidos en aquel momento, George Bush, advirtió a los causantes de los atentados que volverían a "levantar pronto los edificios".

Era el mayor ataque sufrido por Estados Unidos tras la Segunda Guerra Mundial. Se evacuó el Congreso y la Casa Blanca, se cerraron las bolsas estadounidenses y el ejército se puso en estado de alerta de DEFCON3, por primera vez desde la guerra del Yom Kippur, en 1973. El pánico se apoderó del país y del mundo ya que los ataques fueron retransmitidos en directo por las televisiones.

Estos hechos fueron más que un atentado, según el profesor de la Universidad San Jorge, Alfonso Corral, ya que demostraron que Estados Unidos era vulnerable, ya que "cuatro hombres que vivían en cavernas hicieron daño a la considerada mayor potencia del mundo”.

Los atentados tuvieron consecuencias en la escena internacional, ya que siete días después, George Bush declaró la guerra al terrorismo y prometió cercar a  Al-Qaeda y a su líder, Osama bin Laden. El 7 de octubre comenzaba la operación 'Libertad Duradera' y los Estados Unidos, con el apoyo de Reino Unido, atacaban Afganistán, un país dirigido por los talibanes que fue acusado de dar protección a esa organización terrorista. También le apoyaron Canadá, Alemania, Australia y Francia.

Según Fernando Arancón, director del El Orden Mundial, "lo que hace Estados Unidos tras sufrir los ataques es invocar el artículo cinco de la OTAN que obliga a los estados miembros a prestar ayuda a un estado aliado cuando se ve atacado. También busca el apoyo de Naciones Unidas, que también lo otorga".

Un mes después, los talibanes comenzaban su retirada y la ONU reclamaba una administración de transición para Afganistán con un "papel central" de la organización. Estados Unidos pone al frente un gobierno interino liderado por Hamid Karzai que luego se refrenda en las urnas. Una década tardó Estados Unidos en encontrar y ejecutar a Bin Laden considerado el cerebro de los atentados. Tras otros diez años, los talibanes han vuelto al poder, se han retirado las tropas y hemos vuelto a la casilla de salida.

Según Arancón, "quizás es un poco pronto para decir si los talibanes, en el sentido práctico y real, han triunfado. En el simbólico, sin duda porque han conseguido echar a Estados Unidos y han vuelto, al menos de manera momentánea, al poder. Ahora tienen que consolidar ese poder". Una estabilidad que, según los expertos, pasa por recuperar la financiación extranjera.

Según Corral, todavía hay que erradicar muchos estereotipos y “no hablar de yihadistas”. En realidad, ha añadido, son únicamente "terroristas”. Daesh, a pesar de que su hombre no aparece tanto en los medios de comunicación como hace años, “no ha desparecido, sigue estando ahí”. Y ahora, ha dicho, con la vuelta de los talibanes a Afganistán, “podrán campar nuevamente".

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