32 planeadores compiten en el Campeonato de Vuelo sin Motor desde el aeródromo de Santa Cilia

El aeródromo de Santa Cilia es estos días el epicentro del vuelo sin motor. Un total de 32 planeadores compiten en el Campeonato nacional en dos clases, 'Club' y 'Open', en función de la envergadura de las aeronaves. La cita se desarrolla durante siete jornadas que se prolongarán hasta el sábado y moviliza a un centenar de personas. 

El despegue de los aviones es un proceso que requiere la asistencia de otros pilotos. "Necesitan un avión remolcador, de manera que ponen una cuerda y, a partir de ahí, remolcan uno detrás de otro. Al alcanzar los 600 metros de altura, los sueltan", explica Luis Ferreira, director general del aeródromo de Santa Cilia. 

De manera previa, la organización planifica cada día la prueba mirando al cielo y las condiciones climatológicas determinan cómo será el recorrido. En la jornada de este miércoles, la etapa ha comenzado en Villanúa y acaba en Jaca, después de sobrevolar Sort, Riglos y Rodellar.

La competición está abierta hasta el último día. "Esto no es cómo empieza, sino cómo acaba. Los participantes pueden perder mil puntos hasta el último momento, así que no hay nada decidido", comparte uno de los organizadores.

Los planeadores valoran el desarrollo de la prueba en un entorno privilegiado. "Cada día es un reto, compartimos el espacio en el aire con especies como milanos, pájaros, buitres", destaca una participante. También agradecen el cambio de temperaturas al alzar el vuelo: "Estamos cogiendo 3.700 metros sobre el suelo y, a pesar de que aquí haga mucho calor, arriba estamos a 11,5 grados".  

La preparación mental de cada planeador es fundamental: tienen que planificar cada segundo del vuelo para llegar a su destino y hacer frente a las sorpresas que les deparen las condiciones meteorológicas.