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GENOCIDIO

30 años del genocidio de Ruanda, un país que sigue bajo la lupa

La guerra entre hutus y tutsis dejó más de 800.000 muertos, la mayoría de esta última etnia, en tan sólo 100 días, y dos millones de personas se exiliaron

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El genocidio de Ruanda cumple 30 años.

Se cumplen 30 años del inicio del genocidio en Ruanda en el que murieron 800.000 personas. Enfrentó a las etnias hutu y tutsi, de los que el 70% fueron masacrados. Tres décadas después, las heridas aún están abiertas en un país en el que aún se vulneran numerosos derechos humanos. El detonante fue el asesinato del entonces presidente ruandés Juvénal Habyarimana y el presidente de Burundi Cyprien Ntaryamira, ambos hutus. Derribaron con misiles el avión en el que volaban. Se desconoce sifueron los tutsis del FPR (Frente Patriótico Ruandés) o los hutus radicales para boicotear un posible acuerdo con los tutsis.

Los hutus tomaron el poder en un primer momento, y entonces de produjo un intento de exterminio. También mataron a hutus moderados que estaban en contra del genocidio. Las cifras de este episodio son escalofriantes, se calcula que murió el 70% de la población tutsi y fueron asesinadas más de 800.000 personas.

El 15 de julio, el FPR tutsi conquistó Kigali, la capital de Ruanda. Supuso el exilio del gobierno hutu y unos 2.000.000 de personas fueron a Zaire. Todo viene de la época colonial, bajo el dominio de los belgas, que establecieron un sistema de castas en el que la población minoritaria tutsi (15%) estaba por encima de la hutu (85%). Al independizarse, se abolió la monarquía, se instauró la república y el predominio de la etnia hutu.

Fueron cien días de sangre. Acabaron con la vida de, al menos, 800.000 personas, la mayoría de etnia tutsi. Treinta años después, Ágatha no lo ha olvidado. Mataron a sus hermanos y a su padre, la violaron y, fruto de ello, nació su hija. Aún se oculta. "Me decían: Mata a esa niña y solo así seguirás siendo de la familia. Pero un hijo de tu vientre... no puedes hacerlo", explica. También Agnés, hija de uno de otro de los supervivientes explica que "los que son como mi madre me llaman genocida y los que son como mi padre, serpiente". "Yo no sabía lo que era, sentía que era una herida para mi madre y no me sentía como mi padre por esas palabras tan dolorosas", añade.

El 15 de julio de 1994, el Frente Patriótico Ruandés, de origen tutsi, tomó el poder. Se ponía fin al genocidio, pero dos millones de hutus tuvieron que exiliarse. Paul Kagame, fundador de ese partido, preside el país desde el año 2000. Bajo su gobierno, Ruanda ha experimentado un rápido desarrollo económico y de seguridad. No así en los derechos humanos. Tras el genocidio, se abolieron las castas y se cuestionó el papel de Occidente, la ONU y de la Iglesia por haber tolerado esa situación de la que hoy se cumplen tres décadas.