Publicidad
JUSTICIA

Las denuncias de Manos Limpias: la organización que logró sentar en el banquillo a la infanta Cristina

Fundada en 1995, la mayoría de sus querellas han sido archivadas o rechazadas

ARAGÓN NOTICIAS / AGENCIAS /
El secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad. / Europa Press.
icono foto El secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad. / Europa Press.

Manos Limpias es un sindicato de funcionarios que fue creado por Miguel Bernad en 1995. Apenas tiene representación en las administraciones y acumula un largo historial de denuncias y querellas presentadas, aunque la mayor parte de ellas han sido archivadas. La organización empezó a ser conocida tras su denuncia en el Caso Noós y por lograr sentar en el banquillo de los acusados a la infanta Cristina. En los últimos años ha dirigido varias denuncias contra Pedro Sánchez, Pablo Iglesias o Pere Aragonès.

Su última acción judicial ha sido la denuncia presentada a Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, por tráfico de influencias a partir de ocho noticias publicadas por medios de comunicación, una iniciativa por la que ha abierto diligencias de investigación el juez del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado. Una iniciativa que ha devuelto a la organización a los medios de comunicación.

Miguel Bernad, político en los años 80, concurrió como candidato a las elecciones europeas por el ultraderechista Frente Nacional en 1987 y 1989. Es el fundador de la organización que él mismo denominó “sindicato de funcionarios”, si bien apenas ha tenido representación en la Junta de Castilla y León, comunidad en la que ahora tiene su sede, en concreto en Salamanca.

La organización se dedicó a impulsar denuncias y querellas bajo el paraguas de la lucha contra la corrupción hasta que en 2016 su secretario general fue detenido junto al presidente de Ausbanc, Luis Pineda, por extorsionar a bancos y a empresas y por tratar de obtener dinero a cambio de retirar su acusación contra la infanta Cristina en el caso Noós.

Su fundador estuvo en prisión preventiva ocho meses, y su cómplice Luis Pineda también fue condenado por la Audiencia Nacional por extorsionar a entidades bancarias y empresas a cambio de evitarles acciones judiciales o campañas de descrédito. Desde entonces, su actividad ha ido a menos a pesar de que la Fiscalía pidió para Miguel Bernad 25 años de cárcel y la Audiencia Nacional limitó la condena a cuatro años en una sentencia en la que consideró probado que Luis Pineda, al ver que una manera de obtener dinero era a través de procesos penales, estableció una colaboración con Manos Limpias, que se personaba como acusación en causas con gran repercusión mediática.

Esa sentencia dio por probado que Bernad se reunió en 2015 con el director general de la Fundación La Caixa, Jaume Giró, para proponerle la retirada de la acusación de Manos Limpias a la infanta Cristina a cambio de dos millones de euros, si bien no apreció “un clima de presión del que se valieran los acusados” para imponer esa presunta oferta, por lo que absolvió a ambos de este episodio.

Tres años después, el Supremo anuló esas condenas en una sentencia en la que, no obstante, consideró probado que Pineda ejerció esas acciones civiles y penales, de acuerdo con Bernad, contra entidades financieras con las que después negociaba acuerdos publicitarios en favor de Ausbanc a cambio de llegar a un acuerdo y, por ejemplo, retirar la acusación. Pese a acreditar esas presiones, el Supremo estableció que no eran suficientes para condenar por extorsión porque no alcanzan el requisito de intimidación.

Sus denuncias a Sánchez, Iglesias y Aragonés, archivadas

Antes de esa sentencia absolutoria, la actividad de Manos Limpias había crecido de forma notable, con un amplio historial de denuncias y querellas contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el exvicepresidente Pablo Iglesias y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, todas ellas archivadas o rechazadas.

La última de las archivadas iba dirigida contra Sánchez y dirigentes del PSOE y del Gobierno por la ley de amnistía. Manos Limpias también fue el responsable de llevar a los tribunales el falso informe PISA sobre la financiación de Podemos en 2016 o de denunciar a Gabriel Rufián por revelación de secretos oficiales. Lo mismo sucedió con Pere Aragonès por el modelo de inmersión lingüística.

Todas esas denuncias fueron archivadas por el Supremo, igual que sus denuncias contra la entonces ministra Dolores Delgado y su pareja, el exjuez Baltasar Garzón, o como lo fue, en este caso por un juzgado de Madrid, su denuncia por el rescate de la aerolínea Plus Ultra. Manos Limpias fue la única acusación que quiso, y logró, que la infanta Cristina se sentara en el banquillo por el caso Noós. 

Actualmente está personado en la causa que se sigue en un juzgado de Majadahonda por presuntos delitos de corrupción en la Real Federación Española de Fútbol y se ha archivado recientemente la causa abierta contra la revista satírica Mongolia por una portada que satirizaba un belén que, a juicio de los demandantes, ofendía a los sentimientos religiosos.