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Sin gol no hay tranquilidad

El Real Zaragoza es el único de toda la categoría que no ha marcado en las últimas cinco jornadas

Aragón Deporte /
Víctor Mollejo choca con Joan Garcia en el duelo ante el Espanyol. Foto: LaLiga
icono foto Víctor Mollejo choca con Joan Garcia en el duelo ante el Espanyol. Foto: LaLiga

Más allá de las sensaciones que pueda destilar el Real Zaragoza con la llegada de Víctor Fernández, lo cierto es que los números para nada invitan al optimismo. El empate en Anduva de este domingo deja anclado al Zaragoza en la zona media-baja de la tabla y un dato que define a la perfección su caída a los infiernos en las últimas semanas: el equipo zaragocista acumula ya cinco jornadas sin marcar y se ha convertido en el único de toda la Segunda División que no ha visto puerta en ese periodo de tiempo.

El Real Zaragoza apenas ha anotado 28 goles a lo largo de las 32 jornadas ya consumidas. Es decir, ni siquiera es capaz de hacer un gol por partido y su promedio se queda en 0,87 dianas por encuentro. Esa sequía se ha visto incrementada a lo largo de las últimas cinco jornadas, donde no ha anotado ningún gol. Esa falta de acierto ha provocado que solo haya sido capaz de sumar 2 puntos de los últimos 15, algo que solo empeora el Villarreal B con 1 en cinco jornadas precisamente sumado ante el Real Zaragoza. La conclusión de todo esto es que el equipo se ha caído hasta la decimoquinta posición, siete puntos por encima de la zona de descenso (que podrían ser cinco si el Albacete le gana esta noche en casa al Racing de Ferrol).

Las sensaciones no son buenas en ese aspecto. Al Zaragoza le cuesta crear ocasiones y la mayoría de las que tiene no acaban de ser demasiado claras. Ante el Mirandés remate en tres ocasiones entre los tres palos, pero ninguna de esas acciones tuvo premio. Como mal menor queda pensar que no se perdió en Anduva, con lo que el equipo mantiene a raya a un rival directo (que le tiene ganado el golaverage tras imponerse 0-1 en La Romareda, por cierto). Víctor Fernández aseguraba tras el duelo ante el Mirandés que sigue viendo una evolución positiva en el equipo, pero lo cierto es que toda mejora y progresión pasa por ver puerta. Porque sin gol, no hay tranquilidad.