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RECOPA

Cosas que quizá no conozcas sobre la Recopa

Repasamos diversas curiosidades que marcaron aquel título del Real Zaragoza

Aragón Deporte /
Loreto muestra la Recopa a los miles de aficionados congregados en la Plaza del Pilar.
icono foto Loreto muestra la Recopa a los miles de aficionados congregados en la Plaza del Pilar.

La victoria del Real Zaragoza en el Parque de los Príncipes de París el 10 de mayo de 1995 estuvo rodeada de diversas curiosidades quizá en algunos casos desconocidas para el público en general y que repasamos a continuación en este artículo.

El Real Zaragoza frenó a Ian Wright

El Arsenal era un rival temido por su dureza y rigor táctico en el juego, pero entre ese bloque de hormigón destacaba un estilista que sin duda tuvo buena parte de culpa de que el Arsenal estuviera en la gran final. Hablamos del delantero Ian Wright. El punta del conjunto inglés era sinónimo de gol (aquella temporada firmaría hasta 30 con los Gunners). No en vano, acabó siendo el pichichi del torneo tras sumar nueve goles a lo largo de todas las rondas. Sin embargo, el punta inglés no pudo batir a meta de Andoni Cedrún y ahí el Real Zaragoza tiró por tierra su Recopa perfecta, ya que hasta entonces había marcado en todos los partidos disputados por el Arsenal en esta competición.

Esnáider fue el pichichi zaragocista

Para el recuerdo colectivo queda la obra de arte de Nayim, pero no debemos despreciar la calidad del gol que logró Juan Eduardo Esnáider en la final. Y otros tantos logrados antes, como el que anotó ante el Feyenoord en la vuelta de los cuartos de final en La Romareda, también de bellísima factura. El delantero argentino del Real Zaragoza fue el máximo goleador del equipo en la competición al lograr hasta 8 dianas. Se quedó a una de igualar a Ian Wright como pichichi del torneo.

Un campeón con dos residencias

A lo largo del torneo el Real Zaragoza jugó en dos estadios como local. Una sanción de la UEFA al conjunto aragonés le obligó a jugar las dos primeras eliminatorias lejos de La Romareda. En su anterior participación en la Copa de la UEFA 1992-1993 el colegiado del duelo ante el Borussia Dortmund disputado en Zaragoza, Hubert Forstinger, recibió un monedazo por parte del público y el club fue sancionado con el cierre de La Romareda en sus dos próximos partidos europeos. Éstos fueron las dos primeras eliminatorias del equipo en la Recopa 1994-1995 ante Gloria Bistrita y Tatran Presov, que el equipo disputó en Valencia en el estadio Luis Casanova (actual Mestalla). Por tanto, el Real Zaragoza fue un campeón con dos residencias.

Un partido efímero para Jesús García Sanjuán

Uno de los detalles más llamativos de la final disputada en el Parque de los Príncipes de París lo protagonizó Jesús García Sanjuán. El zaragozano fue suplente ante el Arsenal pero entró en juego en la segunda parte. Concretamente en el minuto 68. Hasta ahí todo normal. Lo sorprendente vino cuando al final de la prórroga, Víctor Fernández decidió dar entrada a Geli ante las más que probable llegada de una tanda de penaltis. Para sorpresa de todos, en especial de García Sanjuán, fue el zaragozano el que debía abandonar el campo. Algo pocas veces visto en jugadores que no han sufrido una lesión tras ingresar en el juego a medio partido. Por eso a García Sanjuán la final de la Recopa le dejó un cierto regusto amargo. Su partido duró 46 minutos.

Un viaje de vuelta con el héroe de París

Uno de los cientos de autobuses tuvo un regreso a casa aún más feliz si cabe que el resto. Mientras iniciaba su regreso a casa por las calles de París, de repente se detuvo ante la petición de un viandante que no encontraba un taxi libre y decidió pedir a aquel autobús que le llevara. Para sorpresa de todos los viajeros, quien subió al autobús era Nayim, el hombre que hace escasas horas había anotado un gol para la historia. El ceutí tuvo que pasar el control antidopaje y perdió más tiempo que sus compañeros. El club no había organizado ninguna cena, con lo que cada jugador se las arregló como pudo. Por culpa del control antidopaje, Nayim llegó más tarde que el resto y ante la ausencia de taxis libres decidió parar un autobús de aficionados para que le llevara a algún restaurante abierto en el que poder cenar algo.