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CALIDAD DE VIDA

Vivir en Teruel es un 21% más barato que hacerlo en Madrid

El índice del coste de la vida sitúa Zaragoza como la decimocuarta ciudad más cara. Huesca ocupa el puesto 31 y Teruel, el 43

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Terraza en la Plaza del Torico en Teruel.

Vivir en la ciudad de Teruel es un 21,7% más barato que residir en Madrid, según el informe 'Un índice del coste de la vida en las ciudades españolas' publicado recientemente por el Banco de España, en el que se señala que ser vecino de la capital de España o de Barcelona conlleva un sobreprecio que ronda el 20% de media respecto al resto de núcleos urbanos del país. 

Residir en alguna de las grandes capitales como Madrid y Barcelona tiene múltiples atractivos, como la amplia oferta laboral, la posibilidad de acceder a mejores salarios (un 45% superiores en el sector privado, según datos de 2018 ) y la gran cantidad de servicios, pero también supone un precio. Por comparación, en Zaragoza, decimocuarta ciudad con el coste de vida más elevado, la vida es un 15,8% más barata que en Madrid. En Huesca, que ocupa el puesto 31, el ahorro puede ser del 19,7%, mientras que Teruel, que ocupa el puesto 43 en la clasificación según el coste de la vida, existe una diferencia que alcanza el 21,7% respecto a la capital de España. 

La brecha no para de crecer desde 2004 y se explica fundamentalmente por el gasto que se destina a la vivienda (tanto en propiedad como el alquiler), que en las dos grandes ciudades españolas supone dos tercios del sobrecoste respecto al resto de áreas urbanas del país. Así, por ejemplo, comprar una vivienda de 90 metros cuadrados en la capital turolense cuesta de media 106.000 euros, desde los 1.300 euros el metro cuadrado en el centro a los 960 euros el metro cuadrado en el barrio de San León.

El alquiler, un 82% más caro 

Frente a esa suma, la misma vivienda en Madrid supondría un desembolso de unos 340.000 euros (1.300 euros el metro cuadrado en Villaverde, zona sur, y casi 8.500 euros en Recoletos). Además, el coste del alquiler de vivienda en las áreas urbanas de Madrid y de Barcelona era en 2020 un 82% mayor que en la media del resto de las áreas urbanas.

Otros servicios como la hostelería o los de carácter sanitario también contribuyen a esa diferencia. Su prestación, aclara el informe, incluye un componente muy importante de mano de obra y, por tanto, sus costes están muy influenciados por el coste de la vida al que se enfrentan los trabajadores de esas ramas, por lo que los niveles de los precios de estos servicios y los salarios del conjunto de las ramas se realimentan entre sí. 

Otros contrastes evidentes se producen, por ejemplo en el precio del transporte público. Aparte de la casi imperiosa necesidad de usarlo en Madrid (más allá de utilizar un medio privado), el precio en la capital de España del billete sencillo del metro o el autobús cuesta 1,5 euros, mientras que un abono mensual supone 54,60 euros. Teruel, por su parte, que cuenta únicamente con tres líneas, tiene el billete sencillo a un euro y ni siquiera cuenta con un abono mensual para el autobús. Como mucho se puede adquirir un bono de diez viajes con descuentos para pensionistas y estudiantes. Pero poder moverse a pie por la ciudad no tiene precio. 

Salarios un 45% más elevados

Las diferencias de precios en otros bienes y servicios de consumo, como alimentación, vestido y calzado o comunicación son menos relevantes. En estos casos, los productos consumidos en un área urbana no tienen por qué haber sido producidos en ese lugar, y, por tanto, sus precios en distintas áreas tienden a igualarse. En Teruel, tomarse un café con leche en una terraza de la Plaza del Torico cuesta 1,40 euros y el precio del menú del día ronda los 15 euros, mientras que, en Madrid, el mismo café no tiene por qué variar de precio, salvo que queramos tomarlo junto a la Puerta de Alcalá, que rozaría los cinco euros. Y, en cuanto al menú, puede ir desde los nueve a los 16 euros de media dependiendo de la zona.

Cada uno puede buscar los pros y los contras que más le convengan a su situación personal, pero lo cierto es que, en 2018, los salarios del sector privado en Madrid y Barcelona fueron casi un 45% más altos que en la media del resto de las áreas urbanas. Un atractivo, que, tras tener en cuenta el coste de la vida, se reduciría casi a la mitad (el 21%).