Publicidad
HISTORIA

Una exposición en Zaragoza conmemora los 600 años de la muerte del Papa Luna

El Museo Alma Mater recoge numerosos documentos de la vida de Benedicto XIII y también su cráneo. Noble y estudioso, recorrió parte de Europa en la Edad Media y dejó su impronta en la Corona de Aragón

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Cráneo del Papa Luna.

Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor, más conocido como el Papa Luna, nació en Illueca (Zaragoza), en 1328. Este martes se cumplen 600 años de su fallecimiento, en 1423. Fue uno de los personajes históricos más importantes de la Corona de Aragón, lugar donde dejó su huella a pesar de haber vivido décadas fuera de sus fronteras. Una exposición en el museo Alma Mater de Zaragoza expone algunos de los documentos más relevantes de su vida y también su cráneo.

El Papa Luna vivió 95 años a pesar de la época. Nacido en una familia noble, estuvo formándose en Calatayud, Zaragoza y Montpellier, donde se doctoró en leyes. Después fue nombrado cardenal y recorrió la Península Ibérica recabando apoyos para Clemente VII. Más tarde, se convirtió en pontífice en Avignon en una época en la que fue capaz de recorrer toda Europa Occidental y entrar en contacto con las élites. 

Germán Navarro, catedrático de Historia Medieval y comisario de la exposición, explica que Pedro Martínez de Luna se formó como un noble en la casa aragonesa de los Luna. Al ser el segundo hijo, estaba destinado a ser estudioso y eclesiástico, explica Navarro. "Se ha dicho que murió solo y exiliado. Pero eso son tópicos que hay que desterrar. Él era un intelectual de primer nivel con quien no era fácil debatir", añade. Sobre su 'exilio' explica que el Papa Luna tuvo que abandonar su palacio de Avignon en 1403 porque el rey de Francia y los cardenales generaron una gran presión, así que conformó una corte itinerante. Durante ese tiempo, el Papa Luna recorrió la Corona de Aragón y terminó afincándose en el castillo de Peñíscola (1411). "Aunque él tenía preparada siempre una galera y dos galeotes para, con el apoyo de monarcas y soberanos, poder trasladarse a Roma para ser el verdadero Papa que él defendía que era: Benedicto XIII".

El Papa Luna fue relevante en muchos ámbitos de la Corona de Aragón. Intervino en el Compromiso de Caspe, en matrimonios reales y en la política de la Europa universal de la época. También en las obras de la Seo o en la Casa de los Luna, en Daroca, y promovió destacables mecenazgos artísticos. Para el propio Germán Navarro, era influyente en gran parte de ámbitos de la época por su condición de Papa. 

En la exposición disponible en el museo Alma Mater de Zaragoza puede verse su cráneo, nombrado Bien de Interés Cultural. También hay manuscritos suyos, procedentes de numerosas catedrales españolas, retablos o el busto relicario de San Valero, entre otras muchas obras.