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SALUD

Un millar de bebés prematuros o con alguna afección son atendidos cada año en el Miguel Servet

La Unidad de Neonatología del centro hospitalario es la única en toda la Comunidad con capacidad de realizar intervenciones quirúrgicas

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto La Unidad de Neonatología del hospital Miguel Servet de Zaragoza atiende cada año a alrededor de un millar de bebés.

Ocho de cada 100 bebés vienen al mundo antes de tiempo en Aragón, y otros nacen con alguna complicación grave en su salud. Todos ellos son atendidos en la Unidad de Neonatología del hospital universitario Miguel Servet de Zaragoza, que es, además la única de la comunidad con capacidad para realizar intervenciones quirúrgicas a los recién nacidos. Alrededor de 1.000 bebés pasan cada año por esta unidad de referencia y por la de cuidados intermedios.

Las patologías que se tratan en esta unidad son muy variadas, pero el eje fundamental del trabajo gira alrededor de los bebés prematuros, cuya vida separados de su madre es viable alrededor de la semana 23 de gestación. En ese momento, su peso no suele superar los 600 gramos y los cuidados se centran en su neurodesarrollo. Por eso, los médicos estudian cómo aproximar las condiciones de las incubadoras a las que tendría en el útero materno. Es muy importante, en primer lugar, mantener la temperatura y la humedad adecuadas, según la semana de gestación, explica Elena Fuertes, supervisora de la uci neonatal y pediátrica del hospital.

Por ejemplo, se utilizan cobertores para cubrir las incubadoras y que no entre la luz. Pero sin olvidar el contacto. "También tenemos el 'piel con piel', el método canguro, lo realizamos hace mucho tiempo", apunta. Un contacto que no solo ayuda a los bebés, sino que tiene innumerables ventajas para sus progenitores, que se involucran así en su cuidado. Ayuda, además, a evitar la depresión posparto y favorece la lactancia materna.  
 

Ocho de cada 100 recién nacidos son prematuros, y necesitan cuidados específicos en sus primeras semanas de vida.

Una formación transversal

El personal de esta unidad trabaja, por otro lado, en los métodos que permitan reducir el dolor durante las pruebas invasivas que es necesario realizar a los pequeños. “El personal médico y de enfermería ha ido desarrollándose en un conocimiento de las habilidades, de la capacidad de manejar estas dificultades graves que estos niños tienen”, apunta Segundo Rite, jefe de la sección de Neonatología del Miguel Servet. “Por eso –añade- insistimos en la importancia que tiene el reconocimiento de nuestra especialidad."

Además de sus conocimientos médicos, este personal sanitario de neonatología cuenta con formación psicológica, que les permite acompañar a los padres en situaciones dolorosas, como la muerte de su hijo. 

Aunque en esta labor no están solos, sino que las familias cuentan también con el apoyo de la Asociación de Prematuros de Aragón (Araprem) y de Estelar. Dos organizaciones formadas, sobre todo, por padres que han pasado por la misma situación y que ofrecen su apoyo a los progenitores que se encuentran en ese mismo proceso durante toda la estancia de sus hijos en el hospital, incluido el duelo, si se da el caso.