Un estudio relaciona las actitudes racistas de los jóvenes con la información que les llega de las redes sociales

Un agente de la Guardia Civil ha aceptado una condena de 15 meses de cárcel por publicar en la red social Twitter un vídeo falso que atribuía a un menor inmigrante no acompañado la autoría de una agresión que en realidad había sucedido en China. Se trata de la primera condena por la difusión de bulos que se produce en nuestro país. Sobre esta condena ha hablado este miércoles en el programa Buenos Días Aragón la subdirectora del centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, Anna Sanmartín. 

Además de la pena de cárcel al agente, que no tendrá que cumplir al no tener antecedentes penales, el hombre ha sido condenado a pagar una multa de 1.620 euros, participar en un curso de igualdad y cerrar todas sus redes sociales

Según mantiene la Fiscalía en su escrito de acusación, el condenado colgó el 1 de julio de 2019 un vídeo de una brutal agresión a una joven, haciendo creer que se trataba de imágenes de una violación que había ocurrido recientemente en Canet de Mar (Barcelona). El vídeo, de 45 segundos y que fue visualizado 21.900 veces, mostraba a un hombre agrediendo brutalmente a una mujer, a patadas y puñetazos, tras lo que intentaba bajarle los pantalones para acabar agarrándola del pelo y arrastrándola por el suelo.

La grabación, no obstante, no tenía relación alguna con la agresión sexual ocurrida en Canet de Mar, sino que era un vídeo de una paliza ocurrida en China en junio de 2019 que había sido difundido por las autoridades de ese país para lograr identificar a su autor mediante la colaboración ciudadana.

Uno de cada cuatro jóvenes españoles muestra actitudes racistas 

El centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción ha elaborado un estudio en el que se afirma que uno de cada cuatro jóvenes españoles muestra actitudes racistas y xenófobas. La subdirectora de la institución, Anna Sanmartín, ha explicado que los encuestados que admiten este tipo de prejuicios los achacan a la información que les llega desde los medios de comunicación y las redes sociales.

Sanmartín también ha evidenciado que los jóvenes reconocen las dificultades que los migrantes tienen para integrarse en nuestro país pero al mismo tiempo "echan balones fuera" y no se consideran culpables de ello, sino que lo achacan a los discursos racistas o a la actitud de la propia población migrante.

También ha destacado que un 14% de los jóvenes de entre 15 y 29 años encuestados consideran que no hay racismo en España o que, preguntados por si les parecería deseable que personas árabes, de etnia gitana o africanas ocupasen espacios en el ámbito público (como profesores, policías o alcaldes), cuanto más elevada es la parcela de poder de esa posición, más rechazo genera que la ocupe una persona migrante.