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ECONOMÍA

Trabajar con calor, una actividad peligrosa para quienes lo hacen al aire libre

El nuevo decreto del Gobierno central sobre prevención de riesgos laborales obliga a las empresas a parar la actividad si no pueden garantizar la protección del trabajador ante las altas temperaturas

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Aumentar las pausas para la hidratación es una de las medidas más frecuentes entre quienes realizan trabajos en exteriores. / EFE

En días en los que se superan los 40 grados en zonas como la ribera del Ebro, las Cinco Villas, la Ibérica zaragozana y la provincia de Huesca, trabajar con calor puede ser una actividad peligrosa para quienes lo hacen al aire libre y, en ocasiones, a pleno sol. Es en esta circunstancia en la que la sensación térmica aumenta e incrementa los síntomas de cansancio y fatiga de los trabajadores, así como los riesgos laborales implícitos a la función desarrollada. 

En base a un nuevo decreto ley aprobado por el Gobierno en mayo, las empresas tienen la obligación de garantizar la debida protección del trabajador en aquellas horas donde se produzcan fenómenos meteorológicos adversos, como los episodios de temperaturas máximas. Aumentar las pausas para la hidratación es una de las medidas más frecuentes entre quienes realizan trabajos en exteriores. "Buscamos sitios donde hay sombra, como nos ha indicado la empresa que hagamos. Si no, no se podría trabajar", cuenta un jardinero, en la capital aragonesa. 

La instalación de equipos de aire acondicionado frío es otra de las soluciones en lugares donde el mercurio alcanza cifras muy elevadas, como ocurre en la zona del asador de un establecimiento de pollos cocinados. "El año pasado fue un infierno total, con temperaturas de hasta 63 grados en el asador, principalmente. Este año, nos han puesto un aire acondicionado, que al menos refresca", señala una de las dependientas. 

El caso opuesto: trabajar a -15ºC

Donde no hace falta tomar medidas por las altas temperaturas es en las empresas de producción de hielo, que incrementan su actividad durante la temporada estival. La temperatura varía entre los 14 ºC de las zonas de paso a los -15 ºC de la sala de producción y los almacenes. En este caso, el protocolo está ya implantado desde hace tiempo y no varía durante el año. "Tenemos que utilizar una serie de ropa térmica, como abrigos, guantes y gorros, para aguantar estas bajas temperaturas", explica Tomaso, operario en una fábrica zaragozana.