Teruel se resiste al descenso de natalidad que sufre la Comunidad

Teruel es una excepción en el descenso de natalidad que está viviendo Aragón en este año 2022, que ha registrado la cifra más baja desde 2018. En la provincia turolense, se han registrado 472 nacimientos hasta julio, un 14% más que el año anterior. Eso ha hecho que se abran nuevos servicios, como las escuelas infantiles.

Es el caso de Fuentes Claras que, desde hace 20 meses, cuenta con una nueva vecina, Olaya. Está a punto de iniciar su segundo curso en la escuela infantil. De hecho, es uno de los siete niños que estrenaron el centro el año pasado. Su madre, Ana Lucas, afirma que es "una opción para que vengan familias con niños pequeños y que los padres puedan trabajar y ninguno tenga que renunciar". Por su parte, el alcalde del municipio, Diego Hernández, explica que, este año, "han tenido dos nacimientos en el pueblo y aún está previsto que haya otro más de los que suelen estar viviendo habitualmente".

Una situación similar se vive en Camañas. Hace siete meses Guayén se convirtió en la penúltima vecina en llegar al pueblo. Con poco más de 120 habitantes, hace dos estrenaron escuela infantil, que el próximo curso contará con nueve alumnos de la localidad y de Argente. "Los abuelos siempre lo dicen, es que oyes a los niños jugar y eso da vida al pueblo", comenta Rebeca Cardo, una madre de este municipio. La alcaldesa, Sara Ros, señala que todos los años han tenido uno o dos nacimientos, por lo que, al final, "hay continuidad".

Este pasado curso abrió también la escuela infantil de Gea de Albarracín. Han tenido un nacimiento en 2022 y la llegada de nuevos pobladores como Elisa, Marc y Ona. "La labor por parte de las instituciones es facilitar la implantación de escuelas de 0 a 3 años para poder atender sus necesidades", expone su alcalde, Santiago Rodríguez.

Muchos vecinos aseguran que los servicios, la disponibilidad de vivienda y un trabajo en el entorno son las claves para asentarse en el medio rural y tener hijos.

Sin embargo, las cifras de nacimientos hay que leerlos al lado de las defunciones. En Teruel, aunque el primer semestre hubo 472 nacimientos, las defunciones superan el millar. Un situación similar se da en las otras dos provincias aragonesas, donde el crecimiento vegetativo también es negativo. Es decir, fallecen más personas de las que nacen.