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XIV MARATÓN ZARAGOZA

Pasaporte COVID, mascarilla y medallas en bolsa al llegar a la meta

Los corredores populares han regresado a las calles del centro de Zaragoza con nuevas normas adaptadas a la pandemia y un entusiasmo desbordante por sumar kilómetros de competición

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Una salida multitudinaria del maratón en la plaza del Pilar de Zaragoza.

El deporte popular ha reconquistado este domingo las calles del centro de Zaragoza tras el largo parón obligado por la pandemia, con la celebración del XIV Maratón de Zaragoza y la 10K, con las cámaras de Aragón Televisión en directo, en una retransmisión de cuatro horas que ha trasladado hasta los hogares de toda la Comunidad la emoción y la alegría de cerca de cinco mil corredores participantes entre ambas pruebas (unos 3.800 en la 10K y cerca del millar de valientes de los 42 kilómetros). Ambas citas han puesto en práctica una serie de medidas dictadas por Sanidad para prevenir posibles contagios COVID-19. 

Con 13 cámaras, un dron, tres motos, y un set por el que han pasado diversos periodistas y colaboradores y una cámara fija en meta para recoger todas y cada una de las llegadas, el canal autonómico, la plataforma digital y la app han llevado la carrera hasta todos los rincones de Aragón. 

Los trazados de ambas pruebas, con salida y llegada en la plaza del Pilar, se suman a la fiesta con recorridos menos duros, que han favorecido la velocidad y el apoyo del público que se ha dado cita en el centro de la ciudad, en una doble cita que que ob servaba las normas impuestas por Salud Pública para que en los días posteriores solo se hable de deporte. Normas que, según parece, han venido para quedarse, al menos por una buena temporada.

Normas COVID

“Que se puede celebrar una carrera actualmente ya es una garantía”, explica su organizador, David Constante, por cuanto exige una autorización especial del Ejecutivo autonómico que requiere mucho papeleo tras el compromiso de observar todos los protocolos marcados por Sanidad. 

En primer lugar, los corredores han tenido que presentar el pasaporte COVID, una prueba PCR negativa o de antígenos realizada 72 horas antes para poder recoger el dorsal entre este pasado viernes y el sábado en el Palacio de los Deportes. 

Allí se han encontrado con que esta vez no había la populosa feria del corredor, otra de las novedades. “En el momento de presentar los permisos, cuando la pandemia no presentaba los alentadores datos actuales, estuvimos valorando si se podría organizar o no la feria, pero finalmente nos decantamos por no contar con ella”, explica Constante. 

El siguiente momento clave se ha vivido en la salida (8:30 horas para la prueba de maratón y 8:50 para la 10K). Los corredores, divididos en varios cajones, debían llevar puesta la mascarilla ante la imposibilidad de guardar la distancia mínima interpersonal de seguridad. Una protección de la que han podido liberarse en el transcurso de la carrera y que debían recuperar en la línea de llegada, nuevo momento de habitual concentración de muchas personas en poco espacio (en la meta también habrá mascarillas disponibles). 

En los puntos de avituallamiento, los botellines de agua, bebidas energéticas, geles, frutas y frutos secos han estado a disposición de los corredores en las mesas, y no se han repartido como se hacía antes de la pandemia, para evitar el contacto físico. De la misma forma, la medalla conmemorativa que se solía colgar del cuello de los llegadores ha ido esta vez dentro de la -casi más que nada- ansiada bolsa con los productos regeneradores tras la paliza de kilómetros.  

Los corredores volverán a atravesar el puente de Santiago.

El protocolo y el papeleo derivados de la pandemia se siguen dejando notar a estas alturas en el calendario de las pruebas populares. “Las carreras vuelven pero no todas. Alguna como la 10K Bomberos, sus organizadores no lo veían claro y es que para las citas pequeñas de 2.000 ó 3.000 participantes se siguen teniendo ciertas reservas todavía para lanzarse a organizarlas”, comenta Constante.  

Otra consecuencia de la pandemia es el “tapón” que ha originado en el calendario nacional. “Se han concentrado en tres meses todas las carreras habituales del otoño más algunas de la primavera que no se pudieron celebrar y que se han reubicado, lo que conlleva que habrá carreras en Valencia, Barcelona, Madrid, País Vasco. Eso hará que menos gente se traslade a Zaragoza”. 

Entre los participantes más destacados estaban el atleta internacional Toni Abadía, la atleta olímpica y campeona de España en maratón en 2008, María José Pueyo,el jacetano Alberto Puyuelo

El ánimo, por las nubes

El desconcierto que provocó la tragedia de la COVID nos encerró en casa durante meses y luego nos limitó las salidas. El deporte quedó acotado a lo que cada uno pudo hacer por su cuenta. “Hay muchas ganas de volver a correr y hay mucho ambiente, pero, tras tanto tiempo parados, la gente que quiere participar en pruebas de larga distancia hace primero el camino lógico de correr varias 10k, pasar más tarde a la media y luego ya afrontar el maratón”, explica Constante. 

De ese ánimo colectivo por volver a dar zancadas por el centro de la ciudad participan corredores populares como Beatriz Martín, que en la previa contaba las horas para prenderse el dorsal de su camiseta y disfrutar tras casi dos años sin poder hacerlo. “Me hace mucha ilusión volver a correr por el centro con mis amigas y la gente animando”, comenta. El corazón le puede porque, según reconoce, “no la he podido preparar como me hubiese gustado”. Como ella, otras muchas corredoras, que cada vez se suman en mayor número a estas pruebas atléticas. En el caso de la 10K, la participación femenina representa un tercio del total.  

Las carreras populares siguen ganando presencia femenina, especialmente en las distancias menos largas.

También ha marchado Mario Marco. Antes de comenzar, afirmaba que  “el recorrido es muy chulo, así que saldré a disfrutar porque desde el pasado verano apenas he tenido tiempo para prepararla. Si como mucho he hecho siete kilómetros... los últimos se me van a hacer eternos”.

"Lo más importante para mí es que la gente va a estar feliz y contenta, vamos a volver a ver miles de caras de felicidad por las calles", confiesa Pallarés. De su mente no se va la "emoción" que va a sentir tras un año y medio de muchas restricciones por la pandemia ni el "sacrificio" de muchas familias, que durante meses han llevado a sus hijos a las competiciones federadas y se han tenido que quedar fuera de los recintos deportivos, tanto los cubiertos como los que hay al aire libre.

"Para ellos ha sido muy duro tener que ver a sus hijos detrás de una valla, tenemos que valorarlo y agradecer su paciencia". Un agradecimiento que hace extensible a su equipo de trabajo y que remata con el valor que el deporte ha tenido siempre, pero, según matiza, "ahora mucho más" para  fomentar un estado físico saludable. "Correr es la solución para resolver muchos problemas de salud física y mental", sentencia.