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SANIDAD

Más de 15.000 aragoneses han registrado sus voluntades anticipadas desde 2004, el 43% en el último lustro

Los solicitantes de este documento, que permite elegir sobre cuestiones relativas al proceso de la muerte en situaciones de incapacidad, son mayoritariamente mujeres (62,5%) y la media de edad es de 64,9 años

L. B. /
La media de edad de los solicitantes es de 64,9 años. / Canva
icono foto La media de edad de los solicitantes es de 64,9 años. / Canva

Manifestar previamente cómo se desea transitar por el proceso de morir con dignidad es el objetivo del testamento vital, denominado en Aragón como voluntades anticipadas, un documento que ya ha sido presentado por más de 15.000 vecinos de la Comunidad desde la puesta en marcha del registro en 2004. Según los datos del departamento de Sanidad del Ejecutivo autonómico, casi el 43% de ellos, 6.399 aragoneses, lo han hecho en el último lustro. Los solicitantes son mayoritariamente mujeres (62,5%), habitantes de áreas urbanas (85,45%) y la media de edad es de 64,9 años

El interés por este escrito -que puede ser presentado por todas las personas mayores de edad, capaces y libres, que no se encuentren inhabilitadas judicialmente- ha ido creciendo de manera lineal en los últimos años. Mientras en 2019 se formalizaron 1.174, en 2023 se alcanzaron los 2.061 documentos registrados.

Un tumor maligno diseminado en fase avanzada, daño cerebral -o de otros órganos- severo e irreversible que conduzca en un breve plazo a la muerte, el estado vegetativo permanente o una demencia severa son algunas de las circunstancias sobre las que permite decidir el documento, que también contempla ciertas cuestiones como la donación de órganos y tejidos, la asistencia religiosa o qué hacer con el cuerpo tras el fallecimiento

En las declaraciones presentadas por los aragoneses en los últimos cinco años, el 62% consiente la donación de órganos; el 75% elige la incineración frente a la inhumación (5%); más del 54% se muestra a favor de la eutanasia; el 13,7% entrega su cuerpo a la ciencia; el 13% prefiere morir en casa; y el 25,6% pide ser atendido por un representante religioso.

En cuanto a la formalización de la declaración, casi el 83% lo hizo a través de documento privado y el 17%, mediante acta notarial. Según los datos del Consejo General del Notariado, desde 2019 se han registrado en España por esta vía más de 52.000 testamentos vitales. 

"Es importante que los ciudadanos conozcan su existencia, porque es la forma de planificar de manera anticipada las decisiones sobre los cuidados que se desean recibir cuando las condiciones del estado de salud no permitan expresarlo", explica Elena Delgado, jefa de Servicio de Educación, Participación y Derechos de los Usuarios de la Dirección General de Cuidados y Humanización del departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón.

Delgado cuenta que, cuando se encuentran ante esta situación, "los profesionales sanitarios implicados en el proceso consultan la historia clínica del paciente y, en su caso, a su familia o allegados, o bien lo hacen directamente al Registro de Voluntades Anticipadas para comprobar si existe constancia del otorgamiento de declaración".

¿Cómo se presenta?

El modelo de solicitud del Documento de Voluntades Anticipadas se encuentra disponible en la web de Salud Informa y puede formalizarse mediante acta notarial o ante tres testigos mayores de edad y con plena capacidad de obrar, de los cuales, dos, como mínimo, no pueden tener relación de parentesco hasta segundo grado ni estar vinculados por una relación patrimonial con el otorgante.

La solicitud se puede registrar presencialmente en los servicios de información y atención al usuario de cualquier centro sanitario aragonés, en los centros de salud o en los servicios provinciales del Departamento de Sanidad ubicados en las tres capitales. También pueden remitirse a través de cualquier registro público, por correo ordinario o en el registro electrónico general de la Administración pública de Aragón.

Un "alivio" para las familias

"En una situación extrema, contar con este documento supondría un alivio para mi familia, que ya no tendría que decidir qué hacer conmigo", explica la turolense Carmen Rodríguez, quien se interesó por este documento tras pasar por un intervención menor.

"Cuando te enfrentas a una cuestión de salud, te planteas qué sería de ti si te ocurriera algo, y poder ser quien decide me da cierta tranquilidad", comenta Rodríguez como una de las razones que motivaron su presentación. "También he animado a las personas de mi círculo a hacerlo. Ojalá nunca sea necesario su uso, pero por si acaso...", concluye.