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MONTAÑISMO

Los refugios de montaña se preparan para recibir al 80% de sus usuarios en los meses de verano

El 18% son catalanes, el 15%, aragoneses y el resto vienen del País Vasco, Valencia, Navarra o Francia

ARAGÓN NOTICIAS /
Refugio de Bachimaña. / FAM
icono foto Refugio de Bachimaña. / FAM

Los refugios de Aragón esperan la llegada de las buenas temperaturas para aumentar el número de usuarios. Los meses de junio, julio, agosto y septiembre son los de mayor ajetreo en los albergues y refugios con cifras cercanas al 80% de la ocupación total del año. La mayoría de usos se producen durante el verano en aquellos a los que solo se puede llegar andando, que son casi la mitad porque hay otros más accesibles. Durante esa época del año, habitualmente la nieve todavía aguanta en los picos, los días son más largos y se pueden prolongar las jornadas de senderismo o escalada. 

La mitad de esos refugios aragoneses permiten como actividad deportiva las ascensiones a los picos, a los tres miles del Pirineo o realizar circuitos entre los refugios. Mientras que los otros establecimientos, los más accesibles, tienen su demanda en otoño y primavera con una clientela más familiar y menos técnica.

Los perfiles de los clientes "cambian mucho de verano a invierno y de refugio en refugio", explica Sergio Rivas, responsable de refugios de la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM). "La FAM tiene abiertos todos sus establecimientos a lo largo de todo el año, aunque ahora tenemos una ocupación más pequeña. En estos momentos tenemos perfiles más técnicos que les gusta el esquí de travesía, luego llegará el montañero de travesía o el de ascensiones, aunque siempre tenemos también al escalador que le gustan las crestas o los barrancos", dice Rivas. 

Actualmente gestionan 16 albergues y refugios de Aragón, incluyendo allí la escuela de Benasque y la de Alquézar. El refugio de Góriz sigue siendo "el preferido" por la mayoría de quienes visitan alguno de estos lugares. Este año terminará las obras de su edificio antiguo por lo que estará cerrado al público entre el 5 de mayo y el 12 de julio, avisan desde la FAM. "Hay que recordar que este refugio se inauguró en 1963 y es el segundo más antiguo que tenemos, solo por detrás del de La Renclusa. Es cierto que vamos haciendo obras y que hemos hecho la apertura, pero para lo que nos falta nos han aconsejado que cerremos durante unos días para que no haya problemas", señala Rivas. 

Es cierto que los refugios aragoneses están "en un proceso de modernización constante". "Gracias a eso tenemos unas instalaciones que sorprenden", destacan desde la FAM. A ello ha contribuido el decreto de 1995 que regula la calidad de estos establecimientos y que fue pionero en nuestro país. "Por eso llevamos casi 30 años mejorando y las instalaciones que tenemos sorprenden a más de uno. Sobre todo, a aquellos que no están tan relacionados con este ambiente montañero. Se regula hasta el tamaño que tienen que tener los colchones de las literas", dice Rivas, quien añade: "Además, eso de estar en un lugar tan aislado y tan cerca de la naturaleza hace que cada vez haya más gente que nos descubre".

La FAM tiene más de 1.000 plazas disponibles entre todos sus albergues y refugios. La media de los últimos años sitúa en torno a las 100.000 las pernoctaciones anuales. "Más o menos estamos teniendo unas ocupaciones similares, rondando las 100.000 personas", asegura Rivas, quien explica que lleva años manteniéndose esa cifra, excepto los años de pandemia. "Incorporamos ya hace unos años el refugio de Cap de Llauset y aun así, seguimos con cifras parecidas", señala, lo que quiere decir que el amor por la montaña permanece inalterable. 

Así lo corroboran también quienes ocupan habitualmente estos refugios de montaña: la mayoría, el 18%, proceden de Cataluña, el 15% son aragoneses y luego se reparten entre vascos, madrileños, valencianos, navarros y quienes nos visitan desde Francia.