Los municipios turolenses de Lanzuela y Lledó, con restricciones de agua potable

La sequía ha provocado problemas de suministro de agua de boca en Lanzuela, en la comarca turolense del Jiloca, donde se ha restringido el consumo durante la noche. En otra localidad turolense, en Lledó, en el Matarraña, tampoco pueden beber, aunque en este caso se debe a que las tormentas han enturbiado el depósito del que se nutren. En ambos casos, los bomberos les han tenido que suministrar agua.

Los bomberos de la Diputación de Teruel han llevado 12.000 litros para asegurar el suministro a los vecinos de Lanzuela. Debido a la sequía, el pozo del que se abastece apenas lleva agua y se está evaluando si podría tener alguna fuga. No es el primer año que suceden estos problemas y el Ayuntamiento lleva tiempo trabajando en una solución, con la construcción de otro foso para el almacenamiento hídrico.

Mientras, en Lledó las intensas tormentas del fin de semana han enturbiado el río Algás y el agua que llega a la balsa no es apta para el consumo. Hasta que los técnicos de la comarca del Matarraña determinen que es potable, los vecinos se abastecen con la que traen los Bomberos. Por el momento, 36.000 litros. "Tenemos una balsa llena de agua, pero no está hecha la segunda fase y no podemos aprovecharla, porque falta el permiso", explica la alcaldesa María Teresa Crivillé. Desde al Ayuntamiento piden apoyo las administraciones para acabar la balsa cuanto antes.