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TRASHUMANCIA

Los ganaderos retenidos en Castilla-La Mancha por la viruela ovina vuelven a Albarracín dos meses después

Ocho rebaños turolenses han estado paralizados desde mayo en Toledo y Ciudad Real por un brote de esta enfermedad en la zona

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Rebaño de un ganadero turolense afectado por las restricciones de movimiento en Castilla-La Mancha.

Los rebaños turolenses que se encontraban paralizados desde mayo en las dehesas de Toledo y Ciudad Real por el las restricciones de movilidad que impuso Castill-La Mancha por un brote de viruela ovina han vuelto ya a casa. Desde los campos ciudadrealeños han llegado en camiones, precintados y desinfectados, los ejemplares aragoneses hasta Teruel, gracias a una excepción en el protocolo del Ministerio de Agricultura y tras demostrar que todas las cabezas están sanas.

La noticia ha supuesto un alivio económico para los ganaderos afectados, que habían tenido que comprar pienso al quedarse sin pastos. Uno de ellos es Elían González, cuyas 1.400 ovejas pastan ya en la sierra de Albarracín. "Hemos tenido que ayudar a los animales mucho con piensos, forrajes y paja. Claro, queríamos haber trashumado en mayo, cuando empezó a llover aquí, que los animales ya comían, pero nos han tenido retenidos dos meses más de la cuenta", relata. "Sí nos hubiese venido bien que hubiésemos aguantado, pero es que allí abajo no había nada, nada, nada", añade el ganadero. 

Ahora, esas ovejas tendrán que estar aisladas 30 días en un terreno acotado. Pasado ese lapso de tiempo, se les volverá a sacar muestras de saliva para comprobar que siguen libres de la enfermedad. Para afrontar el virus, el protocolo de la Unión Europea pasa por aislar rebaños. En caso de contagio, la norma obliga a sacrificar a todos los ejemplares.

"La viruela ovina es muy contagiosa y muy infecciosa. Hay que tener un cuidado extremo. Se disemina con mucha facilidad. Las botas y la ropa del cuidador, además de los vehículos, hay que limpiarlos muy bien", explica el presidente del Colegio de Veterinarios de Teruel, Héctor Palatsi, quien subraya que esta enfermedad no se transmite ni afecta a los humanos.