Los expertos apuestan por controlar el horario y la temperatura antes que prescindir de la calefacción

A las puertas de la llegada del fío y del invierno, numerosas comunidades de propietarios comienzan a tomar medidas para evitar que el gasto energético en calefacción se dispare esta temporada. Los expertos apuestan por controlar de manera eficiente y consciente el consumo de calefacción para reducir la factura antes que prescindir de ella, como controlar el horario de encendido o la temperatura de la caldera o del agua. El Consejo de Ministros da este martes luz verde al nuevo paquete de medidas para paliar el impacto de los precios de la energía, y que contempla la aplicación de una nueva tarifa regulada para las comunidades de vecinos con calefacción central de gas y el refuerzo del bono social. 

Desde el Colegio de Administradores de Fincas de Aragón se muestran optimistas con la medida, pero esperan conocer la letra pequeña. "La vemos positiva porque en principio hace que, aunque no se pueda disminuir la elevación de los precios, limita un poco este incremento tan desmesurado. Se prevé que las cuotas y las derramas van a seguir siendo necesarias, pero igual se consiguen así reducirlas y que no sean tan elevadas", ha señalado este martes en el programa Buenos Días Aragón Marta García, administradora de fincas en Huesca. 

Los administradores prevén la celebración de numerosas asambleas extraordinarias los próximos días para adoptar acuerdos de medidas de ahorro. "Hay que acordar cómo se plantea la temporada, cuándo se inicia la calefacción, la reducción de grados, también de horarios, o prescindir la calefacción por las noches", ha indicado la experta, quien al mismo tiempo considera que la media del Gobierno va a ser muy positiva para comunidades que podrían encontrarse "muy al límite" de tener incluso que prescindir de este servicio. 

Inversión de 3.000 millones de euros

El paquete de medidas que aprobará este martes el Ejecutivo de Pedro Sánchez va a suponer una inversión de 3.000 millones de euros, y busca proteger hasta al 40% de los ciudadanos. Se trata de aquellos que tienen calefacción central de gas en su comunidad, para los que se va a crear una tarifa regulada, que limita el incremento de los precios. Además, incluye un bono social eléctrico, con ayudas que van del 60% al 80%. Y, con carácter temporal, establece una categoría para familias con ingresos reducidos, del que se van a beneficiar 1.500.000 de ciudadanos.

Los edificios anteriores a 1998 con caldera central de gas son los más perjudicados por la elevación de precios, según ha indicado Gema Millán, ingeniera industrial del CIRCE Centro Tecnológico. "Son edificios que se construyeron antes del Real Decreto de instalaciones térmicas, y que cuentan con instalaciones centralizadas, que es más difíciles de controlar o regular, y que cuando se enciende la calefacción se enciende en todas las viviendas", ha concretado durante su intervención en el programa Buenos Días Aragón. 

Esta experta ha manifestado que estos edificios "pecan" de que al estar la calefacción encendida todas las horas del día, hay viviendas que, dependiendo de su orientación, no tienen las mismas necesidades que el resto, y "se derrocha" mucha energía. 

Asimismo, ha resaltado que la medida "más extrema" es no encender la calefacción, pero aboga por medidas "intermedias" como controlar el horario de encendido, o la temperatura de la caldera o del agua. "El administrador con la empresa instaladora tienen que ver cuál es la medida más viable técnicamente. Hay que tener en cuenta que, como todos los radiadores están unidos, tú puedes contabilizar por radiadores, hay unos contabilizadores que controlan el caudal y el calor de cada radiador, y hacer la suma conjunta y saber cuánto calor está consumiendo cada vivienda. Eso está bien porque no discriminas, pero al final lo que va a pagar el usuario del primer piso con el del tercero es exactamente lo mismo", ha señalado.

Para controlar el gasto, en 2020 el Gobierno aprobó un Real Decreto que exige la instalación de contadores en cada vivienda. "Si queremos reducir gastos tenemos que controlar nuestros consumos y hacerlo de manera eficiente y consciente, adaptándolo a nuestras necesidades en función a nuestros horarios o el uso de la vivienda. No son iguales las necesidades da una persona mayor que alguien que trabaja y está muchas horas fuera de casa", ha detallado la ingeniera.