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DELITOS

Los casos de sextorsión en Aragón se han triplicado en cinco años

Es un delito muy frecuente en la Comunidad cuyas víctimas son, exclusivamente, varones, según advierte la Policía

L. B. /
En 2021, se registraron en Aragón 181 infracciones penales por sextorsión. / Canva
icono foto En 2021, se registraron en Aragón 181 infracciones penales por sextorsión. / Canva

Compartir contenido íntimo a través de Internet, en algunas ocasiones, acaba con el protagonista en comisaría. En el últimos cinco años, la sextorsión se ha convertido en un delito "muy frecuente" en Aragón cuyas víctimas son únicamente varones, explican desde la Policía Nacional. Según los datos de infracciones penales utilizando este 'modus operandi' facilitados por la Secretaría de Estado de Seguridad, el número de casos se ha más que triplicado (en concreto el incremento ha sido de un 248%) en la Comunidad durante el último lustro, pasando de los 52 de 2017 a los 181 registrados en 2021. 

El aumento más significativo se ha producido en la provincia de Zaragoza, cuyos datos reflejan un ascenso notable: de 41 sucesos hace cinco ejercicios a 144 durante el pasado. Proporcionalmente, esta tendencia también se ha materializado en las otras dos provincias aragonesas. En la de Huesca, la cifra más alta se registró en 2020, con 22 -en 2017, el número de casos había sido siete- y, en la de Teruel, estas infracciones subieron de cuatro a 17 en ese periodo. 

El Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) define la sextorsión como una forma de chantaje en la que el atacante amenaza a la víctima para que realice algún tipo de acción específica con el fin de no hacer públicas imágenes o vídeos con connotación sexual, que previamente le ha enviado. "Este tipo de delito es llevado a cabo generalmente por dos o tres grupos criminales organizados que están asentados en países africanos (principalmente Costa de Marfil) y que desarrollan esta actividad casi como si de una empresa se tratara", cuentan fuentes de la Policía Nacional de Zaragoza.

"Los empleados están concentrados en naves industriales donde trabajan por turnos ininterrumpidamente las 24 horas del día", apuntan desde el cuerpo de seguridad, y añaden: "Su función es navegar por las redes sociales utilizando perfiles falsos de mujeres atractivas de diversas nacionalidades, a través de los cuales contactan con varones a los que, tras una breve conversación y lograr que les acepten entre sus contactos, les invitan a tener cibersexo, utilizando como gancho grabaciones en las que se ve a mujeres en actitudes sexuales explícitas".

Tras este primer contacto, y habiendo conseguido ya el consentimiento de la víctima, utilizan cualquiera de las muchas aplicaciones de video en 'streaming' existentes para solicitarles que se masturben, "pidiéndoles durante la interacción que les enseñen el rostro, de modo que graban un vídeo comprometido de la víctima". Con este material en su poder, los delincuentes le solicitan al perjudicado el envío de una cantidad de dinero a través de alguno de los muchos medios de pago disponibles, "bajo amenaza de enviar la grabación a sus contactos e, incluso, publicarlo en plataformas públicas como Youtube, acompañados de su nombre y apellidos y un texto en el que indican que se está masturbando delante de una niña, o similar", señalan desde la Policía.

Según explican desde la institución, el perfil de los afectados es muy diverso y solo tienen una cosa en común: la utilización de internet para realizar cibersexo. "Los hay de todas las edades, estados civiles, razas, clases sociales y estatus socioeconómico: jubilados, estudiantes, trabajadores cualificados y no cualificados, casados, solteros con y sin novia…".

En cuanto a los importes solicitados, estos suelen oscilar entre los 500 y 1.000 euros, al principio. "Si ven que hay reticencia, van bajando. Y, en cuanto consiguen que les hagan el primer ingreso, avasallan a las víctimas solicitando muchas veces diferentes pagos".

"La investigación de estos delitos es complicada, puesto que el destino del dinero son los países donde están ubicadas estas redes criminales, con los que la colaboración policial y judicial es extremadamente dificultosa -afirman-. Además suelen pedir cantidades de dinero que no son elevadas, utilizando en muchos casos como receptores y transmisores del mismo a los miembros del escalón más bajo de la organización, que actúan provistos de identidades falsas".

Consejos para evitar ser víctima

Para protegerse de estos delitos y evitar convertirse en una víctima, desde el cuerpo de seguridad aconsejan "desconfiar de perfiles de mujeres atractivas que utilizan traductores automáticos en línea para comunicarse y que, tras iniciar una conversación, solicitan tener cibersexo". Por otro lado, recomiendan a los posibles afectados no concederles acceso a sus contactos y, por supuesto, no ceder a las pretensiones de realizar actos sexuales 'online'.

En caso de ser víctimas del engaño, desde la Policía advierten de no pagar el dinero exigido: "Si lo hacen, seguirán pidiéndoles más". "Generalmente no cumplen sus amenazas de difundir las imágenes, pero, en cualquier caso, es conveniente estar atento a ello y avisar a los contactos de que ha sido víctima de este delito para que, si reciben la grabación, puedan avisar inmediatamente y pedir la retirada del contenido de la plataforma donde se haya realizado la difusión".

"Por último, es conveniente recordar que cuando se sube cualquier contenido a internet se pierde el control sobre el mismo, por lo que hay que ser muy cautos en todo momento", concluyen.