Las últimas lluvias y nevadas dan un respiro a los embalses aragoneses

El embalse de Búbal, en el valle de Tena, se encuentra ya en torno al 87% de su capacidad, y la previsión es que su volumen siga aumentando con la nieve acumulada en los últimos días. Este es solo un ejemplo de cómo las recientes lluvias y nevadas han mejorado la situación en los pantanos aragoneses que, no obstante, es cuantitativamente distinta si se hace una radiografía global.

En general, los de la margen izquierda se encuentran en muy buena situación, a excepción del embalse de Canelles en la zona oriental muy cerca ya de Cataluña, que se encuentra al 23%. Nada que ver con otros como el de Mediano, el Grado o Yesa, que están por encima del 90%. Entre ellos destaca el de La Sotonera, al 95% de su capacidad. De él se abastecen los agricultores de Riegos del Alto Aragón, que este domingo han comenzado su campaña, en esta ocasión, sin restricciones.

En la margen derecha el panorama es muy diferente. La mayor escasez de agua se encuentra en la cuenca del Huerva, que está en situación de emergencia desde noviembre y no remonta a pesar de las últimas lluvias. El embalse de Mezalocha está al 15,5% y el de Las Torcas, al 17%.

De las otras cinco cuencas de la margen derecha aragonesa, están en situación de alerta la del Guadalope y en prealerta las del Jalón y el Matarraña. Solo las del Martín y el Aguas Vivas están en un estado de normalidad.