Las tormentas y el granizo provocan daños en los frutales del valle del Manubles

Las tormentas y el granizo que cayó en la tarde del lunes provocaron daños en los frutales del valle del Manubles, justo una de las zonas que también se vieron afectadas por el incendio de Ateca el pasado mes de julio. Fuertes trombas de agua se repitieron también por otros municipios turolenses como Calamocha o Lechago. 

Los agricultores de la comarca Comunidad de Calatayud trataban en la mañana de este martes de hacer balance, aunque muchos se encontraban con dificultades para acceder a sus campos, puesto que las cenizas y la madera que continúan en el monte tras el incendio se han escurrido y han hecho tapón. Según fuentes del sindicato agrario UAGA, granizó bastante y en un espacio de tiempo muy breve. Esto sumado a la falta de permeabilidad del terreno y a toda la maleza carbonizada que se ha arrastrado, ha provocado desprendimientos de tierras que incluso ayer obligó a cortar una carretera provincial entre Ateca y Moros. "La tierra está sin ningún tipo de fijeza ni de sujeción, está totalmente limpia por así decirlo y una gota de agua que cae que cae con fuerza, arrastra y va a los desagües naturales", explica el alcalde de Moros, Manuel Morte. En la propia localidad de Ateca, varias calles llegaron a inundarse por las fuertes lluvias registradas. 

La provincia de Teruel también se vio afectada por las fuertes trombas de agua registradas en la tarde del lunes. En Calamocha, hubo una hora de intensa lluvia. En Lechago, los 21 litros por metro cuadrado caídos en muy poco tiempo hicieron que se desbordara la rambla.