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SALUD

Las pantallas y la pandemia, detrás del retraso en el inicio del habla de los más pequeños

Desde el Colegio de Logopedas de Aragón aseguran que estos dos factores afectan al aprendizaje de los niños, que adquieren el lenguaje, recuerdan, por imitación del entorno

I. A. /
icono foto Los logopedas reclaman que se regule su presencia en el entorno educativo.

El mayor uso de las pantallas y la pandemia han incrementado el número de atenciones a menores por parte de los logopedas. Así lo reconocen desde el Colegio que los representa en Aragón. Este colectivo, que celebra este miércoles su Día Europeo, trabaja en el Sistema de Atención Temprana con menores entre los cero y seis años, y facilita también, entre otros, la recuperación del habla y la deglución a personas mayores con enfermedades neurodegenerativas. Piden, además, que se retrase el primer contacto de los pequeños con las letras y los números de los cuatro años actuales a los siete.

"Desde el 2020 ha habido unos años en los que el retardo en el habla de los niños de dos y tres años ha sido muy relevante", reconoce la decana del Colegio de Logopedas de Aragón, Sara Meléndez. El motivo es sencillo: "Los niños adquieren el lenguaje por imitación del entorno, y las mascarillas han imposibilitado que esto haya sido así en escuelas y con buena parte de las relaciones sociales". Una situación en la que también ha influido el uso de las pantallas. "Son estímulos que no ayudan al buen desarrollo del lenguaje", advierte Meléndez. Esta experta entiende su uso dentro del "entretenimiento", pero señala que carece de eficacia para la "progresión en el habla" del pequeño.

El tipo de comida que se le proporciona a un niño también puede facilitar su adaptación al lenguaje, aunque únicamente "como motor de la musculatura", que ayudará con la pronunciación de las letras. La decisión de los padres de introducir alimentos sólidos, antes o después, "sirve de motor" para que el pequeño mejore la coordinación "ojo, mano y boca" necesaria para aprender a comer. 

Retraso en la edad de aprender a leer

Para Sara Meléndez uno de los aspectos a modificar en nuestro país es la edad con la que los menores tienen su primer contacto con letras y números. "El sistema español empuja a un aprendizaje muy temprano de la lectura", advierte, que se sitúa en los cuatro años. Francia no lo hace hasta los siete. Desde el Colegio de Logopedas creen que la del país vecino es una edad "mucho más realista que la española", ya que permite a los niños iniciarse con el lenguaje cuando su capacidad de expresión oral está mucho más perfeccionada y su sistema neurológico más desarrollado. "Si no hablas bien, es muy difícil escribir bien", sentencia.

Pero la logopedia no solo trabaja con los más pequeños. También lo hace con grupos poblacionales de mayor edad, "que necesitan aprender de nuevo a hablar o tragar". Son aquellos, por ejemplo, que han sufrido accidentes de coche con secuelas neurológicas, tienen enfermedades neurodegenerativas o salen de un ictus. 

Sin presencia en los colegios

Otro punto en el que, según el Colegio de Logopedas, se debe mejorar afecta a la asistencia de estos profesionales en la educación. Dice su decana que en la actualidad los logopedas en este sector no están reconocidos. "No existe esta figura en ningún colegio, se suple con maestros de Audición y Lenguaje que comparten aspectos de la rama educativa pero no de la médica", indica. Estos profesionales no están cualificados para tratar asuntos como la disfagia.

Tampoco existe el grado de Logopedia en Aragón, lo que convierte a la Comunidad en la única que no oferta este título. Esto se traduce, dicen los expertos, en que haya un gran déficit de profesionales en nuestro territorio.

Otra carencia, según el Colegio de Logopedas de Aragón, afecta al Servicio Aragonés de Salud, ya que cuenta con siete logopedas: tres en Huesca, tres en Zaragoza y uno en Teruel. Se integran dentro de los Servicio de Atención Temprana (SAT) para niños de entre cero a seis años. También actúan en el resto de la rama sanitaria, para tratar consecuencias derivadas de enfermedades como el párkinson o un ictus. Desde este organismo piden una mayor presencia de los logopedas en el sistema de salud ya que, añaden, hay tramos de edad que no tienen acceso a estos servicios, como pueden ser los mayores de seis años y los adolescentes con dislexia. Entienden que con un número tan pequeño de profesionales es difícil atender toda la demanda.