La retirada del grupo Wagner y el cierre del caso penal contra su líder ponen fin a la crisis en Rusia

 El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, "se irá a Bielorrusia", según ha anunciado el Kremlin al comentar los detalles del acuerdo con el hombre que lideró durante las últimas 24 horas una rebelión armada contra la cúpula militar rusa. "El caso penal que le fue abierto será cerrado y él (Prigozhin) se irá a Bielorrusia", afirmó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. Peskov, citado por la agencia TASS, agregó que tampoco serán perseguidos los otros "wagneritas" que tomaron parte en el motín debido a sus "méritos en el frente".

Prigozhin había anunciado horas atrás el retorno de sus combatientes a las bases permanentes para "evitar el derramamiento de sangre" en Rusia.

Se cierra así, aparentemente, al menos, la crisis que comenzó cuando el grupo Wagner, formado por unos 25.000 hombres, tomó bajo su control  la ciudad rusa de Rostov del Don y emprendió una marcha hacia Moscú, ciudad que empezó a blindarse ante la amenaza. Una rebelión armada que el líder de Rusia, Vladímir Putin, ha calificado de traición y que, aseguró, sería sofocada para evitar una nueva guerra civil.

La situación ya dio un giro cuando Prigozhin aceptó detener su marcha hacia Moscú e iniciar negociaciones tras una mediación del presidente del país, Alexandr Lukashenko. El motivo, aseguró, era evitar un derramamiento de sangre. "Comprendiendo toda la responsabilidad de que se derrame sangre rusa por una de las partes, nuestras columnas dan media vuelta y regresamos a nuestras bases de acuerdo al plan", afirmó en un mensaje de audio en su canal de Telegram. Posteriormente, llegaba a un acuerdo con el Kremlin y retiró sus fuerzas de la ciudad de Rostov del Don.