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TRIBUNALES

Absuelto el sacerdote juzgado por agresión sexual a un niño de ocho años en Monzón

El tribunal cree que no se ha conseguido demostrar la certeza de la acusación y la participación del acusado en los hechos denunciados

ARAGÓN NOTICIAS /
Imagen del juicio celebrado a principios de mes en la Audiencia de Huesca. / Archivo
icono foto Imagen del juicio celebrado a principios de mes en la Audiencia de Huesca. / Archivo

La Audiencia de Huesca ha absuelto al sacerdote acusado de agresión sexual continuada a un menor en Monzón durante 2010 y 2012, cuando éste tenía entre ocho y diez años. El juicio por este caso quedó visto para sentencia el pasado 3 de octubre. El Tribunal absuelve al sacerdote porque no se ha logrado demostrar la certeza de la acusación y por existir dudas razonables sobre su participación en los hechos denunciados. A la luz de la declaración del entonces menor y de los testimonios de distintos testigos, los magistrados consideran que no existe en el relato una coherencia, con la fuerza suficiente, para que su declaración sea prueba de cargo contra el acusado.

En su sentencia los magistrados entienden que “no ha quedado debidamente acreditada la intervención y participación del sacerdote en los
hechos narrados y denunciados
por los padres del menor”. Aunque no dudan de “que el menor ha sufrido algún acontecimiento o suceso que le ha generado todos los efectos y perjuicios apreciados por los profesionales que le han ido atendiendo a lo largo de estos años”, afirman que no queda acreditado que los hechos sucedieran tal cual los denunció y narró en el juicio. Fundamentalmente, al ponerlos en relación con las
declaraciones de los testigos (la catequista y la encargada del Hogar Madre Rafols) "que negaron categóricamente que pudieran haber sucedido en esas circunstancias de tiempo y de lugar”, dice la sentencia.

En su resolución, los magistrados indican que la declaración del menor puede ser creíble, pero no supera los estándares de fiabilidad al no ser compatible con el resultado del resto de la totalidad de las pruebas presentadas en el juicio. Teniendo en cuenta los parámetros establecidos en la jurisprudencia del Tribunal Supremo, apoyan su decisión –tal y como expresa el TS- en que “el riesgo se hace mayor si la víctima es, precisamente, quien inició el proceso mediante la correspondiente denuncia o querella, haciéndose aún más acentuado si ejerce la acusación, pues en tal caso se constituye en única prueba de la acusación al propio acusador. Basta con formular la acusación y sostenerla personalmente en el juicio, para desplazar aparentemente la carga de la prueba sobre el acusado, obligándole a ser él quien demuestre su inocencia, frente a una prueba de cargo integrada".

Los padres del menor interpusieron una querella en 2019, cuando el perjudicado aún era menor de edad, por actos atentatorios contra su indemnidad sexual, calificados inicialmente como posible delito de agresión sexual a menor de 13 años. Según los denunciantes, los hechos habrían ocurrido durante los años 2010 y 2012 cuando el menor, que hoy tiene 21 años, acudía a los cursos preparatorios para la primera comunión en el Hogar Madre Rafols, situado en los bajos de la Iglesia de San José, en Monzón, años en los que el sacerdote denunciado intervenía y participaba en la preparación de la catequesis de la primera comunión.

Contra esta sentencia cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón en los diez días siguientes a su notificación.