Javier Sada reivindica las Cortes de Aragón como instrumento de diálogo

El presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, ha tenido palabras de recuerdo para el primer presidente del Gobierno de Aragón preautonómica, Juan Antonio Bolea Foradada, y al compositor del himno de Aragón, Antón García Abril, recientemente fallecidos. Tampoco se ha olvidado de Manuel Giménez Abad, cuyo asesinato puso en valor aún más si cabe la política de consenso. Y en este aspecto, Sada ha defendido el papel de las Cortes durante la pandemia para, ha dicho, “no dejar a nadie atrás”. Ha recordado y agradecido el trabajo de todos los grupos para no paralizar la actividad parlamentaria durante el confinamiento y que se apostara por las Cortes como, ha dicho, “instrumento de diálogo”. Por ello, ha reivindicado la vocación de consenso: “No hemos sido un oasis pero no hemos hecho ruido porque estábamos trabajando. Hemos demostrado que una cosa es discrepar y otra utilizar métodos que solo sirven para despistar a una sociedad que necesita soluciones”.

Respecto a los galardonados, ha recordado así a las personas mayores, tras entregar a Emilia Nájera la Medalla de las Cortes en nombre de este colectivo: “Sois simboles de resistencia pero también de sabiduría y experiencia. Sois una generación que se dejó la piel para alumbrar la España que hoy conocemos, cuya lucha y  afán de concordia cimentó la democracia, cuyo esfuerzo y sacrifico ha sido el catalizador del esfuerzo social de sus hijos y nietos. Representáis trayectorias de mujeres y hombres que lo han dado todo, primero por sus padres, luego por sus hijos y ahora por sus nietos”. Sada también ha recordado como la novela de Irene Vallejo ha tenido su origen en el parlamento.