España alcanza el cuarto puesto europeo en donde más se respetan los derechos Lgtbiq+

El 17 de mayo conmemora, desde hace 33 años, el día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar a la homosexualidad una enfermedad mental. España es el cuarto país europeo más respetuoso con los derechos Lgtbiq+, según el índice anual Arco Iris. Solo 11 países del mundo tienen rango constitucional para el colectivo y otros tantos castigan la homosexualidad con la pena de muerte.

En el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia, los datos confirman que España ha escalado este año varios puestos hasta colocarse en el cuarto lugar entre los más tolerantes del continente. Según los autores del estudio, gracias a la reciente aprobación de la conocida como 'Ley trans'. Por delante de España se sitúan Malta, Bélgica y Dinamarca. Antagónica es la situación que viven más de 40 estados de todo el mundo donde se persigue al individuo en función de su orientación sexual. 

Desde el colectivo Somos+, en Aragón, reconocen que todavía queda mucho por avanzar. Felipe Gutiérrez, uno de sus miembros, es de los que se alegra de que la OMS dejara en 1990 de considerar a la homosexualidad una enfermedad mental. Este activista pide a la sociedad que abra los ojos para que se normalice la libertad de querer a quien se quiera, como se quiera y donde se quiera. 

Obstáculos en el camino

Andrea Belle Isle señala que desde el colectivo Lgtbiq+ todavía encuentran obstáculos, a pesar de que "se consiguen cosas y se legisla", señala. Pero, subraya, que todavía queda para que se "note en la calle". "Hay miradas que pueden hundir", reflexiona esta activista, "simplemente por el hecho de ir de la mano con alguien del mismo sexo". 

Las personas Lgtbiq+ rechazan los estereotipos que proyectan muchas series y películas. Frases como que "los gays lo tienen más fácil porque todo les da igual" no les representan, protesta Felipe Gutiérrez, porque "son mentira".

La población trans, los más vulnerables

Es una realidad que, aseguran, constatan desde las asociaciones. Andrea denuncia que "no hay accesos directos para el colectivo trans al mundo laboral", algo que, asegura, se acentúa para gente que no tiene ciudadanía española ni europea. Son situaciones que, entienden ambos, son absurdas porque por el camino "puede estar quedándose gente maravillosa".

Días como el de este miércoles sirven para reclamar más educación y respeto. Es simplemente, zanjan Andrea Belle Isle y Felipe Gutiérrez, estar al mismo nivel que una persona que "vive tranquila todo el año, sea cual sea su condición sexual".