El tabaquismo pasivo mata a 100 aragoneses cada año y reduce una década la esperanza de vida

Cada año mueren 1.500 aragoneses a causa del tabaco, de ellos, 100 fallecen por tabaquismo pasivo. Para reducir esas cifras, el Gobierno central quiere ampliar y actualizar el Plan Antitabaco, que echó a andar en 2005, cuando se limitó el consumo en centros de trabajo y su publicidad. Más tarde, en 2010, se prohibió fumar en el interior de la hostelería, pero desde entonces no se ha legislado. 

Ahora, el Ejecutivo quiere incluir en esas prohibiciones a las terrazas de bares y restaurantes, estadios y otros espacios, además de los vehículos, donde se pretende eliminar el consumo de tabaco si viajan menores o embarazadas. "En los coches, la concentración de partículas tóxicas es 90 veces superior a lo que se considera saludable", ha apuntado Rodrigo Córdoba, delegado en Aragón del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, en el programa Buenos Días de Aragón Tv.

A esas medidas se sumaría también el aumento del precio de las cajetillas, como ya se ha hecho en Francia, donde el paquete más vendido cuesta 11 euros, mientras que el mismo producto en España ronda los 5 euros. "Subir los impuestos está demostrado que es eficaz. Cada 10% que se aumenta, se reduce el consumo en un 4%. Es la medida más efectiva , aunque la industria la desecha, argumentando que aumentaría el contrabando", ha manifestado el experto. 

Una persona utiliza un vapeador. /Canva

La hostelería es otro de los grandes escollos en el camino hacia la prohibición del tabaco en determinados espacios. La patronal hostelera argumenta su negativa en una caída de sus ventas, algo que Córdoba ha negado: "Cuando en 2010 se prohibió fumar dentro de los bares, estudiamos cuántos habían cerrado un año después. Fue un 2,7%. La misma cifra que en los comercios. Esto significa que no cerraron por el tabaco, sino por la crisis económica. No hay justificación". 

Respecto a los vapeadores, sistema especialmente utilizado entre la población más joven, no existe legislación alguna. De hecho, no está prohibida ni su venta ni el consumo a menores de 16 años, por ejemplo. "Esos artículos tienen cartuchos con 500 dosis de nicotina. Con 100 ya se genera la adicción. Esto hace que sea mucho más sencillo que quien consume vapeadores acabe fumando tabaco al uso", lamenta Córdoba. 

La buena noticia llega desde el lado de los que consiguen dejar de fumar. Actualmente, la Seguridad Social financia varios tratamientos, con probada eficacia. Los centros de salud cuentan con personal especializado para ayudar a dejar el tabaco. De hecho, los medicamentos multiplican hasta el triple las opciones de abandonar los cigarrillos. A eso se suma que el 40% de los fumadores ha intentado dejar de fumar este año, y el 65% quiere hacerlo en breve y es consciente de que es perjudicial para su salud.