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AGRICULTURA

Crece la demanda de purín como fertilizante sostenible y más barato gracias a la I+D

Aragón es una de las comunidades con mayor producción porcina y, por lo tanto, de estiércol. Su gestión, con métodos innovadores y bajo un estricto control, permite abonar miles de hectáreas de forma segura y sostenible

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Cisterna de aplicación del purín.

El sector cárnico tiene un gran peso en la industria agroalimentaria aragonesa. Representa el 66% de toda la producción ganadera de la comunidad, un porcentaje que sobresale con respecto al resto. Además, Aragón ocupa el primer puesto en producción de cerdo cebado. Detrás de esas cifras están las más de 4.200 granjas de porcino con más de 15 millones y medio de cerdos. Sobre toda esa producción, la actividad ganadera genera una gran cantidad de residuos orgánicos como el estiércol y, por eso, es necesario gestionarlo de manera sostenible para evitar la contaminación de las aguas.

Una actividad que se centra en controlar la cantidad de nitrógeno del purín, y por tanto, las emisiones de amoniaco. Un trabajo que es clave cuando se abonan los campos. Cada vez es más habitual realizar ese trabajo con cisternas en las que se puede seleccionar la velocidad de descarga y la presión del producto. Así lo confirma Óscar Masor, agricultor y gestor de purines. "Antes había tendencia de tirar mucho purín; lo tirabas pero no sabías exactamente lo que habías tirado, más o menos; a veces quemabas la cebada, pero ahora ya sabes que no le estás haciendo daño al cultivo", apunta.

Por eso crece la demanda de purín, porque ahorra costes frente al abono mineral. Y el sector recurre a la innovación para minimizar los riesgos contaminantes. "El gps del que disponen algunos sistemas permite que el usuario puede ver en tiempo real dónde ha cargado, en qué parcela ha descargado y hacer un control de las unidades de nitrógeno acumulados durante el año", ha explicado Óscar Rigual, responsable de la gama agrícola de Rigual.

Cada vez hay más granjas de producción con lo que se genera más estiércol y se hace necesario gestionarlo. Lo puede asumir el ganadero, o acceder a centros de gestión como el existente en la localidad zaragozana de Tauste. Allí recogen los purines de más de cien empresas y fertilizan al año hasta 6.000 hectáreas de cultivo propiedad de agricultores de la zona. Todas las operaciones tienen que estar autorizadas.

De eso se encarga Fernando Ederra, gerente de ese centro gestor. "Nosotros aquí estamos en zona vulnerable a la contaminación por nitratos y tenemos muchos controles. Los agricultores tienen que llevar el libro de estiércoles, también controlado en el libro de explotación, son muchos papeles los que tienen que hacer y nosotros como centro de gestión y ADS de porcino de Tauste lo que hacemos es echarles una mano".

Además de usarlo como fertilizante en los campos, el estiércol se está empezando a utilizar ya para la generación de biogás.