El legado monumental y artístico de la orden de los Cartujos en Aragón

Hace una década, la orden de los Cartujos abandonó Aragón dejando un importante legado monumental y artístico en sus monasterios o cartujas, como la de Monegros o Aula Dei. Centros religiosos que influyeron económica y culturalmente en su entorno, y que forman parte de la historia de Aragón.

Por ejemplo, la Cartuja de las Fuentes, en la comarca de Los Monegros, repasa los eventos de la comarca. El edificio ha sido monasterio, balneario, corral, cuartel republicano en la Guerra Civil y aeródromo para el bando nacional. Desde 2015 se trabaja para recuperar sus muros y las pinturas de fray Manuel Bayeu.

"La composición en diagonal y la figura central de Jesucristo, con esa carne pálida y el manto degradado en rojo, puede recordar un poquitín, lo que es el centro, a las pinturas de El Greco", explica sobre su valor Alberto Lasheras, colaborador de las visitas guiadas a este espacio.

El cuñado de Bayeu, Francisco de Goya, fue el encargado de pintar la iglesia de La Cartuja del Aula Dei. "Son once pinturas de grandes dimensiones en las que se ve la secuencia de la vida de la virgen.  Él vino recién llegado de la escuela de Venecia con muchas novedades. Un joven muy impulsivo, con ganas de pintar", relata Mario Sebastián, miembro de Chemin Neuf.

La Cartuja del Aula Dei está conservada por completo y en las celdas de los monjes hoy se hospedan familias de todo el mundo que viajan hasta allí para realizar cursos de formación religiosa.

La última, la de La Cartuja Baja, es una de las tres únicas del mundo convertida en pueblo. Las casas están construidas incluso en la muralla. "Aquí se ha reutilizado todo. Las celdas se convirtieron desde el primer momento en viviendas. Lo que estaba cubierto se abre para convertirse en calles", cuenta Maribel Estébanez, de Gozarte.