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MERCADO INMOBILIARIO

El cartel de 'se vende' también cuelga de castillos y pueblos, disponibles por menos de un millón de euros

La mayoría de las propiedades en venta se deben a herencias y a cierre de negocios. En Aragón se venden unas 20 propiedades "curiosas"

T. P. A. /
Aldea en venta por un millón de euros en el Pirineo oscense. / Aldeas Abandonadas Real Estate
icono foto Aldea en venta por un millón de euros en el Pirineo oscense. / Aldeas Abandonadas Real Estate

La mayoría de la población cuando toma la decisión de invertir su dinero en una propiedad inmobiliaria se plantea la disyuntiva de si comprar un piso, una casa o un terreno edificable, pero los hay que van un paso más allá y buscan hacerse con un castillo, una casa palaciega o, incluso, una aldea entera. En Aragón hay más de 20 propiedades fuera de lo común que buscan comprador, la mayoría en las provincias de Teruel y Huesca, algunas de ellas por menos de 1.000.000 euros.

Al contrario de lo que ocurre con el mercado inmobiliario al uso, el de las propiedades "especiales" está al alza y eso se refleja en el precio. "La gente se está animando a sacar estas propiedades a la venta. Hasta hace poco había oportunidades por 60.000 o 70.000 euros en Teruel, pero como ha habido un aumento de la demanda, han subido los precios, sumando 10.000 euros o un 0,25% sobre el precio", confirma Elvira Fafián, responsable y fundadora de Aldeas Abandonadas Real Estate. 

En su inmobiliaria no es raro ver fotos de un pueblo que se vende, al completo, o de un molino harinero, por ejemplo. "Tenemos algunas propiedades en venta en Aragón, sobre todo en Huesca y Teruel. Es más económico en las zonas más despobladas. Tenemos campings, casas señoriales, casas rurales y alguna torre-castillo", señala la agente. 

Un ejemplo de propiedad que está a la venta es la de una pequeña aldea en el Pirineo oscense por un millón de euros. Incluye 300 hectáreas de terreno y una decena de edificaciones. En Teruel, por ejemplo, por poco más de medio millón de euros se puede ser el flamante propietario de una torre-castillo del siglo XII, que consta de 637 metros cuadrados de planta, 119 hectáreas de finca y una ermita. 

Inmueble a la venta en Huesca. / Aldeas Abandonadas Real Estate

Son propiedades curiosas que llaman la atención de compradores que buscan acercarse al medio rural, bien para cambiar de vida, dejando atrás a la ciudad, o como inversión de negocio. En este último supuesto se engloban las casas rurales, cámpines y hoteles que oferta la web de Aldeas Abandonadas

"Muchas propiedades que nos llegan son de familias que las han heredado. En su mayoría son la tercera o cuarta generación y venden porque ya no tienen ese apego que tenían sus padres o abuelos", apunta Fafián, que asegura que también existe el caso de los compradores que apostaron por volver al medio rural y que han visto que "no están hechos para eso" y han vuelto a venderlo. 

Entre los compradores el perfil está más claro. "Hay muchos jóvenes, de unos 35 a 40 años, que quieren teletrabajar desde el pueblo, volver a la aldea de sus abuelos o vivir en un el medio rural lejos de la gran ciudad", mantiene la experta inmobiliaria con más de 30 años de experiencia en el sector. 

Vivir en un castillo o tener un pueblo entero como coto privado

En 1980, la pequeña localidad zaragozana de Gordués, en las altas Cinco Villas, contaba todavía con 19 habitantes, en 1991, con cuatro, y con ninguno actualmente. Hoy en día es propiedad de los Duques de Villahermosa y apenas hay un par de trabajadores que llevan la explotación agropecuaria, utilizada también como coto privado.

Es solo un ejemplo de la existencia de pueblos privados, algo que llama la atención fuera de España, pues es de los pocos países en los que se dan estas situaciones. 

Más allá de tener una aldea en propiedad, hay quien tiene un castillo y, además, lo habita. Es el caso del escritor zaragozano Luis Zueco, propietario del castillo de Grisel, que ha servido para situar su domicilio, un hospedaje turístico e inspiración de primera mano para sus libros con temática histórica. 

La edificación data del siglo XIV, pero no fue hasta los años 80 cuando Zueco lo compró y rehabilitó. El castillo de Biniés, cerca de Jaca, es otra de las fortificaciones de titularidad privada que existen en Aragón.