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ANIVERSARIO

El 30% de los nuevos guardiaciviles son mujeres, cuando hace 30 años solo alcanzaban el 3%

Beatriz Berné, jefa de la Policía Judicial e Información en la Comandancia de Zaragoza, es una de las que ha abierto camino en una institución históricamente reservada para hombres

I. A. /
Una cadete de la Guardia Civil en el día de la patrona.
icono foto Una cadete de la Guardia Civil en el día de la patrona.

Más de 35 años han pasado desde que el día 22 de febrero de 1988 se regulase el acceso efectivo de la mujer a la Guardia Civil mediante la aprobación del Real Decreto Ley 1/1988, que permitía a estas acceder a las pruebas para la incorporación al Cuerpo en igualdad de condiciones que los hombres. En todo este tiempo, la sociedad ha evolucionado y mujeres como la teniente coronel Silvia Gil Cerdá, jefa de la Comandancia de la Guardia Civil en la provincia de Teruel, y la comandante Beatriz Berné, jefa de la Policía Judicial e Información en la Comandancia de Zaragoza, han hecho carrera. Ambas han abierto un camino que cada vez es menos extraordinario, ya que de una o dos mujeres que se incorporaban a mediados de los noventa a la Benemérita, han pasado a suponer el 30% del total de cadetes que, en 2023, se alistan a la Guardia Civil.

A su cargo tiene a 80 personas de los equipos de Investigación, Judicial y de Información, pero también, "mientras no me nombren a un superior" este próximo mes de diciembre, a 1.000 efectivos de la provincia de Zaragoza. Es la gestión a la que se enfrenta en el día a día la comandante Beatriz Berné, quien asegura que le es "imposble apagar el móvil en toda la semana". Desde que se alistó en 1995 en la Academia de Zaragoza, ha pasado por la sección de Antidrogas de Barcelona, por la Oficina Europea de Policía de La Haya, en Holanda, y ha sido profesora de la Academia de los cadetes de la Guardia Civil.

Muchos destinos no hacen fácil la profesión

Una vocación que no es herencia familiar, aunque en sus venas siempre estuvo lo de "ser policía", pero su altura le jugó una mala pasada en un tiempo en el que había que tener una estatura mínima para acceder. Durante sus años en Secundaria asistió a una conferencia informativa y fue cuando vio "la oportunidad de entrar en la Guardia Civil". El resto, forma parte de su legado en el Cuerpo. "Acceder en aquellos años era casi imposible, porque las pruebas físicas a la que te enfrentabas eran iguales entre hombres y mujeres", ilustra Berné. Las estadísticas dicen que solo una o dos de los 32 cadetes que componían cada promoción hasta principios del siglo XXI pasaban el corte. "Una situación incomparable" a la que se enfrentan ahora las que buscan su sitio junto a ella. 

Ser mujer en la Guardia Civil nunca ha sido fácil. "Al final no es atractivo porque es un trabajo que te exige tener mucha movilidad, por zonas en las que las infraestructuras de colegios, hospitales y demás son mínimas", advierte la protagonista. "Nosotras estamos cambiando nuestra forma de pensar, ya no hace falta estar al lado de tus padres para ser madre", asegura. Este año, el 30% de las aspirantes han sido mujeres, una tendencia que sube año tras año y que muestra una "evolución como sociedad", subraya.

Una herencia que ha aceptado afrontar una de las sobrinas de la comandante. No así su hijo, al que ha tenido que "arrastrar por muchos sitios a lo largo de su vida", lamenta. "La gente que entra ahora renuncia a los ascensos por permanecer en un destino fijo. Es algo que nunca había pasado", se sorprende Berné, que jamás pensó en la estabilidad al entrar al instituto armado.

Los tiempos cambian

Ser mujer en la Guardia Civil en 1995 nada tenía que ver con 2023. Entonces, esta era una institución eminentemente de hombres. "Es evidente que, en esencia no, pero en el estilo de mando me ha forjado esa masculinidad", se confiesa y añade: "Las cadetes que entran ahora no saben, afortunadamente, lo que había antes ni son conscientes de muchas de las cosas por las que hemos pasado las de mi generación. Una alegría que sea así". Las políticas de igualdad, que también se han incluido en instituciones como la Guardia Civil, han surtido efecto. Sin entrar en detalles, Berné es contundente: "Ellas ni pasan, ni pasarán, por lo que yo sí pasé".