Los miedos de una debutante en la Maratón de Zaragoza: el calor, el viento y el exceso de confianza

Pocas horas quedan para que este domingo dé comienzo la XVI Maratón de Zaragoza. En total casi 1.500 corredores, de los que 700 llegan de otras comunidades y otros 88 de fuera de España. Algunos se estrenarán en esta distancia en la capital aragonesa y esperan el inicio con ganas y nerviosismo. Es el caso de Tatiana Casas, una aficionada al 'running', que afrontará por primera vez los más de 42 kilómetros tras un largo proceso de entrenamientos. El viento, el calor y sobre todo el exceso de confianza serán sus peores rivales de la carrera.

Tatiana Casas lleva cinco años "enganchada" a esto del 'running'. Entonces corría muy poca distancia y a bajos ritmos. Pero, poco a poco, comenzó a superar retos: una 10k, una media maratón y este domingo, en la reina de las pruebas atléticas, aspira a culminar su desafío.

Tatiana Casas en el centro con el grupo de runners con los que entrena

Para la maratón, la preparación debe ser más intensa, pero siempre, dice, con la mentalidad de disfrutar del proyecto. "Los entrenamientos han sido muy pautados", afirma esta aficionada a las carreras, que la han llevado a hacer "tiradas" máximas de 26 kilómetros con un ritmo planificado. El domingo tendrá que llegar hasta los 42.195 metros para entrar en meta. A Casas le han advertido que, aunque se encuentre bien, sea cauta, sobre todo hasta el kilómetro 30, porque "lo más duro" está por llegar.

Alimentación y familiarizarse con los geles

De entre los intangibles, la hidratación es fundamental. También llevar una alimentación adecuada al esfuerzo que se va a realizar. El tema de los geles y sales entra en escena en carrera para mantener un ritmo adecuado. Una combinación de factores al que habrá que sumarle el viento y el calor. Dos aspectos que pueden marcar la dureza de la maratón. 

Situaciones que conoce bien Miguel Sola, que acumula 13 maratones en sus piernas. En su caso el atletismo le viene por herencia familiar de su localidad natal, La Puebla de Híjar. Su bautismo fue en 2008, en Londres. También ha visitado Nueva York, Boston, Berlín y Tokio, mecas del maratón. 

Andar y correr para empezar

Correr 42 kilómetros no se consigue de la noche a la mañana. Para iniciarse en esto del 'running' lo mejor es arrancar entrenando unos pocos minutos con una mezcla de andar y correr. Desde aquí la evolución debe ser muy progresiva, dando pasos pequeños. Asegura Sola que en un mes se puede correr "25 minutos de tirón", siempre evitando que el esfuerzo suponga "una penitencia a la mañana siguiente". En términos similares se expresa David Constante, director del Maratón de Zaragoza, que ve en el apoyo que reciben los corredores del público presente en la prueba como "una motivación extra que termina por enganchar". 

Maratonianos a su paso por la Expo

Sin embargo, el 'boom' de atletismo aficionado ha decaído. Lo atestigua Constante, que observa como "ya no hay tantos corredores como hace una década".  El también propietario de la tienda Running asegura que, a pesar de todo, en la prueba de la capital se han recuperado las cifras de antes de la pandemia. Para este domingo confía en que el viento no endurezca demasiado la prueba que dirige, aunque, añade, peor es el calor. Las altas temperaturas suelen hacer que alguno de los maratonianos acaben en un centro médico, casi todos por problemas de hidratación.

Valencia, referencia en España

Valencia lleva 40 años organizando su maratón. Se ha convertido en una de las cinco pruebas más importantes del continente, ideal para lograr buenas marcas. Participan 30.000 atletas y dispone de siete millones de presupuesto. El de Zaragoza recauda 270.000 euros, dotación que se ha duplicado el último año. Para lograr que la prueba coja nombre a nivel internacional es necesario que las instituciones se involucren en el proyecto de manera firme como ocurre en la ciudad del Turia. David Constante recuerda que unas 3.400 personas pasarán el fin de semana en la ciudad gracias al atractivo que supone el Maratón de Zaragoza.