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REDES SOCIALES

'Cosmeticorexia': la obsesión por el cuidado facial que afecta a adolescentes y tiene consecuencias en la piel

La exposición de rutinas de belleza con una decena de productos se ha popularizado en las redes sociales. Los dermatólogos alertan de que cada vez hay más jóvenes demandando tratamientos con retinol o ácido hialurónico

TERESA P. ALBERO /
Una chica graba sus productos de maquillaje para subirlos a las redes sociales. / Canva
icono foto Una chica graba sus productos de maquillaje para subirlos a las redes sociales. / Canva

Dos niñas están en una tienda de una conocida cadena de cosmética. No tienen más de 8 o 9 años y están mirando en los estantes las mascarillas faciales y los pintalabios. Una de ellas hace la pregunta del millón a su madre: "¿Puedo elegir lo que quiera?, ¿también esta crema?". En su mano tiene una crema contra el envejecimiento. "No, eso no lo necesitas aún. Escoge otra cosa. Tienes mascarillas con vitaminas y formas de animalitos", es la respuesta de la progenitora. 

Se trata de una escena real que se repite demasiadas veces, según los dermatólogos y psicopedagogos, que alertan de los problemas que conlleva el acercamiento a la cosmética desde edades tempranas. "De manera creciente, estamos viendo un aumento en las consultas de pacientes jóvenes demandando tratamientos cosméticos para mejorar el aspecto de la piel. Preguntan por productos que están diseñados para pieles adultas", asegura el dermatólogo zaragozano Adrián Diago. 

Una tendencia que responde, en parte, a la exposición de rituales de cosmética o 'skincare' que se ha popularizado en las redes sociales. No en vano, la última Radiografía del Sector de la Cosmética y la Perfumería en España estima que en 2022 aumento un 11,3% la facturación, alcanzando los 9.250 millones de euros, cifra récord. El cuidado de la piel mueve un tercio del negocio de la industria cosmética nacional, que hace dos años vio incrementados sus ingresos en un 20%.

Están a la orden del día rutinas de belleza con más de 10 pasos y productos, que distan de ser económicos y que prometen una piel tersa, luminosa, sin un solo defecto y plenamente hidratada. Los más jóvenes, incluso menores de 13 años (el mínimo que exigen la mayoría de redes para crear un perfil), consumen ese contenido y lo toman como una especie de biblia. 

Detrás de esa obsesión por un cutis perfecto se esconden distintos problemas mentales. "Es una variante de los trastornos de la conducta alimentaria, del culto excesivo al cuerpo, como la vigorexia y la ortorexia. Es más propio de adolescentes, sobre todo mujeres. Ha llegado con mucha fuerza y se basa en una obsesión desmedida por alcanzar cánones de belleza imposibles y falsos, que se crean con filtros", indica el presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, Juan Antonio Planas. 

Una mujer se aplica crema hidratante. / Canva

No es raro ver en las redes sociales como mujeres con menos de 30 años hacen uso de tratamientos complejos con fórmulas que incluyen la vitamina C, el retinol o el ácido hialurónico. "Es muy fácil que una persona joven vea a un 'influencer' con una gran variedad de productos, mostrándolos y tienda a crearse esa necesidad de usarlos", apunta el dermatólogo, que alerta de los problemas que pueden derivarse de un mal uso o excesivo de determinados cosméticos: "Puede llevar a una dermatitis irritativa, rojeces, descamación o a un acné cosmético, logrando justo lo contrario de los que se buscaba con la aplicación del producto". 

"Vienen a la consulta con 20 años demandando vitamina C, retinol o hialurónico", insiste el experto, que no recomienda esos tratamientos hasta pasados los 30 años, y en el caso del retinol solo para más de 50. 

"A la consulta vienen pacientes con 10 o 15 productos que no se ajustan a sus necesidades. Nadie necesita tantas cosas para la piel", incide Diago, que explica que con tres productos es más que suficiente para un buen cuidado: "La limpieza de la cara, la aplicación de un sérum y una buena crema hidratante son suficientes".

Perfeccionistas y obsesivos, los perfiles más comunes 

Emplear una hora diaria al cuidado de la piel con 12 productos no hace que esta mejore. En esos casos "menos es más y mejor". Con todo, el experto en dermatología señala que lo mejor es consultar a un especialista antes de crear una rutina facial para adecuar los productos a las necesidades de cada persona. 

Un consejo que las generaciones más jóvenes no tienen en cuenta y que se debe, a menudo, a la inmadurez, como explica Planas: "Las personas muy perfeccionistas y con rasgos obsesivo-compulsivos, con poca seguridad personal, son muy influenciables y suelen estar supeditados a modas y comentarios externos".

Por lo general, como indican los expertos en la materia, las personas que dedican gran parte de su tiempo al cuidado físico suelen desatender otras parcelas, como la emocional y la mental. "Cuanto más jóvenes, más influenciables, menos filtran la información", subraya Planas. Un hecho contrastado que responde a un momento vital y biológico, los 18 años, en el que la corteza prefrontal todavía está madurando y no calibra bien las consecuencias de los actos.