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EDUCACIÓN

Celebrar los éxitos y premiar por aprobar, dos opciones que, bien hechas, favorecen la autoestima

Familias y expertos coinciden en los beneficios que tiene celebrar los éxitos de los hijos, pero sin sobrepremiarlos o caer en el chantaje

TERESA P. ALBERO /
Los expertos se muestran favorables a los premios, siempre que no sean materiales. / Canva
icono foto Los expertos se muestran favorables a los premios, siempre que no sean materiales. / Canva

Con el fin de la convocatoria extraordinaria de la EvAU y el comienzo del verano, las familias se plantean la disyuntiva de si es bueno, o no, premiar a los hijos por aprobar o pasar de curso. Pese a que como estudiante es lo esperable, los pedagogos consultados se muestran favorables a celebrar y tener detalles en los casos de éxito. Con todo, recuerdan que lo que hay que recompensar es el esfuerzo y no solo los resultados. Una opinión que comparten desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumn@s de Aragón (FAPAR).

"La relación que establecemos con los hijos es importante, como lo es valorar y reconocer su esfuerzo. Los premios son algo que deben motivar, pero hay que hacerlos y gestionarlos bien", señala Nieves Burón, secretaria técnica de FAPAR. Algo en lo que coincide el presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, Juan Antonio Planas, que llama la atención sobre la delgada línea que separa el premio del chantaje

"En el caso de los más pequeños, los juguetes son más una coacción. Es preferible que el premio no sea material. En su lugar, ir de vacaciones, asistir a un campamento o realizar actividades deportivas que les gustan son celebraciones que aportan valor", apunta. 

Con todo, las recompensas deben hacerse en casos puntuales. "Si estamos en cada examen o evaluación premiando, caemos en el absurdo y no vale para nada", subraya la representante de las familias. 

"Hacemos muy grandes los fracasos y muy pequeños los éxitos"

Para no caer en eso, Juan Antonio Planas es partidario de modificar la conducta que lleva a los padres a sobrepremiar o a sobrecriticar: "Hacemos muy grandes los fracasos y muy pequeños los éxitos. Hay que valorar el esfuerzo, reafirmar las capacidades del niño y no centrarse tanto en lo negativo". "Independientemente de la edad, pasar de curso, sacar buenas notas, es un éxito. Somos muy sensibles a la crítica en cualquier momento vital. No es lo mismo una falta ortográfica en un texto de un párrafo, que en diez páginas. Hay que destacar la parte positiva y el reconocimiento, no solo los errores", insiste. 

Tanto padres como expertos coinciden en que la labor de las familias debe mantenerse durante todo el curso, más allá de la mera supervisión. "Hay que apoyarles, saber lo que hacen, lo que se empeñan en hacer las cosas, y hacerles saber que les apoyamos y que estamos con ellos", indica Nieves Burón. 

"Hay veces en que hay que premiar, aunque los resultados no sean los esperados", comenta Planas, en alusión a las familias que al finalizar el curso pagan, a modo regalo, la autoescuela a sus hijos. "Es algo que hay que hacer porque es un elemento de autonomía y porque se favorece un nuevo éxito y esfuerzo para aprobarlos", justifica.

"Todos necesitamos vacaciones, no se puede castigar con eso. Hay que hacer ver a los hijos que se les quiere igual, saquen mejores o peores notas. Tenemos que cambiar nuestra actitud y ser su respaldo", añade el pedagogo.