Brasil decide en las urnas entre Lula da Silva y Jair Bolsonaro

Un total de 156 millones de brasileños están llamados a las urnas este domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El izquierdista y expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se enfrenta al ultraderechista y actual presidente, Jair Bolsonaro, que busca la reelección. Si un candidato logra el 50% de los votos válidos, obtendrá el triunfo sin recurrir a una segunda vuelta, fijada para el domingo 30 de octubre.

Las últimas encuestas en intención de voto muestran que el líder progresista, Luiz Inácio Lula da Silva, sería el favorito, con entre el 50% y el 51% de votos, mientras que en segundo lugar se encontraría Bolsonaro, con entre el 36% y 37% de apoyo.

La principal duda es si Lula da Silva, presidente entre 2003 y 2010, obtendrá esa mayoría absoluta ya en la primera vuelta. Sin jornada de reflexión, su último acto lo celebró en Sao Paulo, el distrito donde más votos hay en juego, dentro de un Brasil más polarizado que nunca. "A los indecisos, a los mayores de 70 años y a los de 16 que tienen título de elector, mañana es el día de hacer el principal acto cívico. Ayudar a tener el Brasil que soñamos", dijo Lula.

Además, en su intervención aseguró que pretende volver al poder para "recuperar el derecho del pueblo a ser feliz", "recuperar las instituciones" y "reconstruir las relaciones exteriores del país".

Las encuestas no son favorables a Bolsonaro

Por su parte, Jair Bolsonaro, es el último gran referente de la derecha que queda en América Latina tras la ola de izquierdas que ha alcanzado la Chile de Boric o la Colombia de Petro. Ya ha cuestionado la validez del sufragio electrónico y necesitaría remontar los doce puntos de desventaja que marcan los últimos sondeos.

Sin embargo, el presidente brasileño aseguró este sábado que no confía en las encuestas, sino en lo que ve en las calles y que lo que vio fue a la población recibiéndolo mayoritariamente en todas las ciudades para demostrarle, espontáneamente, su cariño. "Y no solo hoy sino en los 45 días de campaña, en los que hice cerca de 20 viajes, la aceptación en todos los lugares fue excepcional, incluso en la región nordeste, que dicen que es un reducto de la izquierda, donde la recepción fue increíble", expresó. Por eso, está seguro de que será reelegido en las presidenciales con más del 60% de los votos.

El voto es obligatorio para los brasileños entre 18 y 69 años, y opcional para los jóvenes de 16 y 17 años, así como para los mayores de 70.